viernes, 23 de agosto de 2024

Tristeza infinita

Dice un amigo que la orografía vasca sería ya perfecta si hubiera media docena de montañas de más de 3.000 metros. No tenemos tresmiles, pero no andamos escasos de montes. El Catálogo de Cimas de Euskal Herria reúne más de 900 repartidas por Araba, Gipuzkoa, Bizkaia, Nafarroa y Lapurdi. Durante años y años, aficionados vascos a la montaña han recorrido, recorren y recorrerán una misma ruta que les lleva de casa al Himalaya. Comienzas, de crío, familiarizándote con los montes de tu entorno. Sigues el camino ascendiendo aquellos que tienen más renombre, ya sean el Txindoki, el Gorbea o el Orhi, y, cuando ya te has curtido, vas a Pirineos y pruebas a subir uno de los 212 tresmiles. A poder ser que sea sencillo, sin dificultad técnica, y acompañado por montañeros con experiencia porque te adentras en terreno de alta montaña y ya solo el nombre impone. De Pirineos, los más experimentados dan el salto a los Alpes, y de los Alpes a la Cordillera Blanca de Perú, al Huascarán o al Alpamayo. El Himalaya suele ser el destino final de esa ruta que comienzas de chaval en casa. A veces, desgraciadamente, la fatalidad se cruza en tu camino porque la montaña es un medio tan atractivo como imprevisible, y en un segundo se pasa de la felicidad inmensa a una tristeza infinita.

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