martes, 29 de abril de 2025

Aprovechateguis

En los caóticos días que siguieron a la dana se sucedieron infinidad de gestos de solidaridad. La mayoría fueron bienintencionados y otros, los menos, protagonizados por los aprovechateguis de turno. El streamer TheGrefg, el creador de la app BeReal, David Aliagas, y la influencer Violeta Ferrer recaudaron 925.000 euros. En aquellas jornadas en las que toda ayuda era poca, lo tenían fácil. Podían haber donado ese dinero a Cáritas, Cruz Roja o el Banco de Alimentos, tres entidades con experiencia a la hora de afrontar tragedias como la que sacudió Valencia, y repartir la ayuda con diligencia. Pero no. Decidieron crear sendas sociedades para canalizar el dinero y que llegara a los afectados. ¿Resultado? Seis meses después nada se sabe de ese casi millón de euros. Bueno, sí, se sabe que no ha llegado a las víctimas . Da la casualidad de que el tal TheGrefg fue uno de esos sujetos que dio pábulo al bulo de que en el centro comercial Bonaire se amontonaban miles de cadáveres. Populistas de manual como Alvise, el más patriota entre los patriotas hasta que se descubrió que cobraba facturas en negro. Alvise, aquel que gritó a los cuatro vientos que cada mes sortearía su sueldo de eurodiputado. En octubre dijo que donaría los tres meses siguientes de su salario a los afectados por la dana. En enero, febrero y marzo ya no ha sorteado su sueldo. Se le habrá olvidado.

miércoles, 16 de abril de 2025

Media maratón

"A ver, plumilla. Tienes que escribir de los influencers que están poniendo aún más de moda, sobre todo entre los chavales, lo de correr carreras. Les enseñan que correr una media maratón es pan comido y luego pasa lo que pasa”. Mi interlocutora me pasa unos vídeos en los que ellos y ellas, todos muy jóvenes, muy guapos y muy depilados, enseñan qué ropa tan chula se ponen para correr, qué crema de cara usan y qué geles (de los de tomar, no de los de ducha) consumen. Ya en carrera, relata, móvil y palo sefi en mano, sus sensaciones que, vaya por Dios, siempre son de un disfrute absoluto. Ni sufren ni penan, y la llegada a meta siempre es apoteósica. Las stories de Instagram, que es donde abundan los influencers metidos a corredores, recuerdan al programa Españoles por el mundo, en el que todo era muy happy flower. No había un solo español al que le hubiera ido mal en la vida lejos de su hogar. Como en todos los órdenes de la vida, también en este mundillo hay a quien merece la pena seguir por su experiencia y por los consejos que ofrece, y quien publica contenido en las redes sociales sin tener ni pajolera idea. Detrás, eso sí, están las marcas, que han encontrado en los influencers un filón para promocionar sus productos sin tener que gastarse un pastizal.

viernes, 11 de abril de 2025

Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, un centro que siempre se ha destacado por los informes que elabora sobre tráfico, asegura que cada año mueren 1.000 personas en el Estado por accidentes provocados por el alcohol. Estima también que en todo el mundo han fallecido 20 millones de personas en los últimos 100 años por este mismo motivo La estadística resulta escalofriante. La propia universidad presentó ayer un informe en el que confirma con evidencias científicas que es necesario reducir aún más la tasa del alcohol permitida al volante. La DGT se inclina por aplicar una tasa de 0,1%, una de las más restrictivas de Europa, a la par de las que rigen en países como Noruega y Suecia, los que mejores datos tienen de siniestralidad vial en el mundo. A menor tasa de alcohol, menos accidentes, viene a decir la DGT, que asegura que el endurecimiento de las sanciones no tiene el impacto que cabría esperar entre los conductores más desaprensivos, los del “tú tranquilo, que yo controlo”. Si se echa la mirada atrás, no obstante, también en esta materia ha habido avances. No tenemos más que retrotraernos a nuestros tiempos jóvenes para recordar cómo entonces no nos importaba como ahora lo de tomar alcohol si nos vamos a poner al volante.

sábado, 5 de abril de 2025

Másters

En nuestros tiempos universitarios, la mayoría de carreras tenían una duración de cinco años. Medicina era y sigue siendo una excepción (son seis años), pero Ciencias de la Información, que así se llamaba lo que comúnmente conocemos como Periodismo, eran cinco. El Plan Bolonia redujo las carreras a cuatro años y empezaron a brotar los másters como setas. A riesgo de pecar de razonamiento simplista, un máster viene a ser aquel quinto año que se eliminó, con la diferencia de que el estudiante elige ahora en qué materia se quiere especializar. El máster es opcional y supongo que, como en botica, los hay buenos, regulares y pésimos. Las universidades, sobre todo las privadas, han encontrado en los másters un filón que explotan hasta la saciedad. Como te descuides y rellenes un formulario mostrando interés por un máster, te bombardean con correos electrónicos y llamadas de teléfono, cual comercial que te vende un seguro de vida, un móvil o un descuento en la factura de la luz y el gas. Unas prácticas en las que no importa tanto el contenido del máster sino el componente económico: cuánto cuesta y cómo lo puedes pagar. Incluso, ¡oh sorpresa!, te ofrecen pagarlo en cómodas cuotas con un banco amigo. La educación convertida en un mercado persa.