viernes, 27 de septiembre de 2024

Golfos

El emérito presentará en 2025 un libro de memorias que se publicará en Francia. Según ha confesado, no quiere que le “roben” el relato de su propia historia. Hay que reírse. El verbo robar está bien traído en esta historia. El libro llevará por título Reconciliación y se centrará “en la época dorada de su reinado”. Digo yo que la “época dorada de su reinado” fueron las comisiones que cobró por el AVE a la Meca, sus amoríos con Corinna Larsen y Bárbara Rey, la ocultación de parte de su fortuna en Suiza, el traslado de su residencia fiscal a Emiratos Árabes, las cacerías de elefantes y el sinfín de tropelías que ha cometido. Fijo que los beneficios de la publicación los dona a una ONG de las hermanas de la caridad. La sucesión de golferías es tal que no hay Ariel que blanquee a la monarquía española. Otro que se presentaba como blanco inmaculado y ha resultado ser otro golfo de manual es el tal Alvise. No hacía falta ser un lince para darse cuenta de que detrás de su discurso populista y ultra le movía la cuestión pecuniaria. 3.929 guipuzcoanos votaron la candidatura de este personaje en las últimas europeas. Ver para creer. En menos de tres meses se le ha acabado la fiesta al flamante diputado, que recibió fondos fuera del control del Tribunal de Cuentas de un estafador para hacer de loobista en Bruselas para el sector de las criptomonedas. Todo ok, José Luis.

viernes, 20 de septiembre de 2024

Absentismo laboral

La patronal guipuzcoana anda en los últimos tiempos quejándose amargamente del, a su juicio, elevado absentismo laboral que se registra en Gipuzkoa. Adegi no ofrece una cifra digamos oficial, pero extraoficialmente la tasa se sitúa en torno al 8%, la misma que en el conjunto de Euskadi. Como los números, números son, si cada día faltan al trabajo un 8% de currelas, concluiremos que acuden al tajo la nada despreciable cifra de un 92% de empleados. El asunto tiene mil vertientes, pero ya de partida es de pura lógica que a menor tasa de paro (y aquí estamos casi en mínimos), mayor es el absentismo, y que cuanto mayor es una empresa, mayor es el absentismo. Si bajamos a pie de obra, al día a día de una empresa pongamos que de pequeño tamaño, el problema no es el absentismo. El problema es que en decenas de empresas, si un trabajador coge la baja, no tiene sustituto y carga con su trabajo y el de su compañero. Seguro que a su alrededor conocen a más de uno y más de dos empleados que acuden puntualmente a su trabajo no en las mejores condiciones porque, si no, el marrón que le cae a un compañero es de cuidado. Y otro día ya si eso hablamos del incremento de bajas por enfermedades mentales, por estrés y por cargas de trabajo excesivas.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Matar el espectáculo

Este fin de semana se disputa la primera jornada de la Liga Asobal. No tengo dotes de adivino pero, cual Nostradamus, ya les anuncio que el Barça será campéon. Solo queda saber qué equipo será segundo (confiemos en que el Bidasoa) y si los blaugrana cederán algún punto (la temporada pasada sumaron 59 de 60). El Barça ha ganado las últimas catorce ligas y acostumbra a lograr todos los títulos en juego en las competiciones domésticas (Liga, Copa, Copa Asobal y Supercopa). Emoción, lo que se dice emoción por saber qué club será campeón, digamos que no hay. Sucede algo parecido en la Liga francesa de balonmano, la Starligue, con siete títulos consecutivos del PSG. Este dominio avasallador no es solo exclusivo del balonmano. Sabemos de antemano que el PSG en la Liga de fútbol y el Barça en la Liga F también ganarán este año sus respectivos campeonatos. El desequilibro económico entre los clubes mata el espectáculo. Unos tanto y otros tan poco. Se pueden poner todos los matices que se quieran, pero es lo que está sucediendo también en la liga de traineras. El apabullante dominio de Urdaibai ha provocado que decaiga el interés por la competición. Si fuéramos seguidores de la Bou Bizkaia estaríamos encantados de la vida, pero, como no es el caso, vemos las regatas entre bostezos.

viernes, 6 de septiembre de 2024

Apuntes del verano

Dice un colega periodista que el final del verano y la llegada de septiembre es el mejor momento del año. Discrepo. El mejor momento del año es en junio, cuando tienes todo el verano por delante. Coincidimos ambos, sin embargo, en que el hit del verano ha sido Celine Dion cantando L’hymne à l’amour, de Edith Piaf, en la Torre Eiffel. Maravilloso. Los Juegos Olímpicos tienen la virtud de que enganchan durante dos semanas a gentes que habitualmente viven el deporte de competición con desapego. La gimnasia artística, por ejemplo, provoca un entusiasmo general. Durante esos días te comen a preguntas tipo: “¿Las jugadoras y jugadores de waterpolo tocan el fondo con los pies?” o, “¿por qué en los deportes de equipo las medallas las reciben los jugadores, pero no los entrenadores?”. Más apuntes del verano. Un café con leche (de vaca, preciso, que ahora te preguntan qué tipo de leche quieres) te cuesta 1,40 euros en un lugar con unas vistas espectaculares y 2,10 en un calle repleta de tráfico. Inexplicable. Y el nombre del verano: Philippe Carricart, que igual no les dice nada (fue campeón de trinquete en México’82), pero que a un servidor le sacó de un buen apuro en mitad de un páramo en Irati tras sufrir una avería en la bici que no tenía arreglo. Esker aunitz, Philippe.

lunes, 2 de septiembre de 2024

El primer párrafo

En la facultad nos enseñaron que el primer párrafo de una información debe condensar lo más relevante de la noticia y que el titular, que siempre es más complicado de componer, debe ajustarse de la manera más precisa a lo que escribimos en esas primeras líneas. Ese primer párrafo (el lead, en el argot periodístico) debe responder a cinco preguntas que seguramente conocen: qué, quién, dónde, cuándo y por qué. Las conocidas como cinco W, porque las cinco cuestiones proceden del inglés y todas empiezan con una W (what, who, where, when y why). Internet ha transformado de arriba a abajo el modo clásico de escribir una información. Si los libros de estilo hablan de que hay que ir de lo más a lo menos importante, en las webs, sean del medio que sean, es al revés. Lo sustancial está al final y el titular tira por lo irrelevante. Como no piso una facultad de Periodismo desde mediados de los 90 del siglo pasado (tendré que aceptar la invitación que me hizo el profesor José Luis Argiñano), desconozco si ahora se enseñan las dos formas de escribir una información. Será que uno se está haciendo viejuno en la profesión, pero huyo de los titulares insustanciales. Afortunadamente, en las redes sociales hay quien te ahorra la lectura y te resume el contenido en dos palabras o, a lo sumo, una frase. Lo que viene a ser casi un lead.