alguien debería haberle explicado al ínclito Hansel Cereza, alias Silosenovengo, que por estos pagos estamos curados de espanto con los proyectos que generan (grandes) expectativas. Por falta de costumbre no será. Cada verano nos venden un bonita moto blanca y azul que crea enormes expectativas, pero que se avería a mitad de temporada y nos obliga a comprar nuevas piezas para que vuelva a carburar. Y cada agosto fichamos a uno de los mejores delanteros de la campaña anterior, que se ha hinchado a meter goles en un equipo menor, pero que cuando pisa el césped de Anoeta se queda seco. Hay expectativas de que tu club se clasifique entre los mejores de la Liga, pero la cruda realidad entierra tus expectativas y te coloca mirando al fantasma del descenso otra vez. Somos grandes generadores de expectativas (la Real, Tabakalera, la Capitalidad Europea de la Cultura o la estación de autobuses); otro asunto es que se cumplan. Para cumplir las expectativas ya están los datos de turismo y las barras de pintxos de la Parte Vieja. Las expectativas recuerdan a esas fiestas que planificabas de joven y acababan en fracaso. De largo, las mejores fiestas siempre han sido aquellas en las que salías a las tres de la tarde a tomar un café para no caer en la tentación y acababas entrando en casa a las seis de la mañana del día siguiente. Sin crear expectativas.
viernes, 29 de enero de 2016
sábado, 23 de enero de 2016
De prebendas y privilegios
la última cruzada de la
derecha navarra más cerril pasa por salvaguardar contra viento y marea
el convenio que desde 2008 permite a los trabajadores (y sus familiares)
de la Universidad de Navarra y de la Clínica Universitaria de Navarra
(CUN) recibir atención sanitaria en este último centro con cargo al
erario público. Por ponerlo en cifras, solo el año pasado, el
Departamento de Salud abonó 5,2 millones de euros a la CUN para que
atendiera a los 7.200 empleados de ambas instituciones. Número arriba,
número abajo, multipliquen la cifra por los años en los que ha estado
vigente el acuerdo y da como resultado una cifra considerable. Sobra
decir que durante todo este tiempo UPN ha estado al frente del Gobierno
navarro y que tanto la clínica como la universidad, popularmente
conocidas como “las del Opus”, han sido dos de sus niñas bonitas. No hay
que ser muy vivo para comprobar que semejante prebenda constituía un
privilegio para esos 7.200 trabajadores que disponían de sanidad privada
cuando, según el Ejecutivo de Uxue Barkos, podían ser asistidos por los
centros de Osasunbidea sin necesidad de sangrar a las arcas públicas.
Ambas partes han reconocido, además, que el convenio no tiene base
legal. Nada más que añadir, señoría.
jueves, 21 de enero de 2016
Mujeres deportistas
Un anuncio que muestra a
mujeres haciendo deporte está causando revuelo en las redes sociales. En
contra de lo que suele ser habitual en esta sociedad repleta de
estereotipos, el spot no trata sobre mujeres de figuras
estilizadas y vientres planos que se ejercitan con el último modelito de
pantalones pirata, camiseta top y zapatillas fosforito.
Durante 90 segundos aparecen mujeres que corren, nadan, boxean, reman,
hacen bici estática, juegan a squash, a fútbol y bailan zumba. No
responden al patrón que nos venden las revistas de belleza. Tienen
tallas y cuerpos como el común de los mortales. Y sudan como la que más.
El vídeo forma parte de la campaña This girl can (Esta chica puede)
que Sport England, la agencia que vela por el deporte en el Reino
Unido, ha difundido tras comprobar que en las islas británicas las
mujeres realizan deporte menos que los hombres (calcula que hay dos
millones menos de practicantes). El miedo a sentir vergüenza es
una de las razones que se suele esgrimir para explicar por qué algunas
mujeres (también algunos hombres) no hacen deporte, más si es al aire
libre. Afortunadamente, cada vez hay más mujeres (y hombres) quemando
calorías, una forma saludable (ni mejor ni peor que otras) de quitarse
complejos.
viernes, 15 de enero de 2016
No pone al respetable
El Ayuntamiento de Donostia ha decidido que en la playlist de la Izada, el himno de Europa suene en segundo lugar, tras la Marcha de San Sebastián, of course. Barrunto pitada del respetable. Vale, somos europeos, e incluso europeístas, pero más de uno asocia la UE con los recortes, los gerifaltes que viven a cuerpo de rey y la madre que parió a Peneque. El tema que creó Friedrich von Schiller y al que puso música el mismísimo Ludwig van Beethoven no es precisamente marchoso. Es una melodía bonita pero sosita. Aunque se llame Oda a la alegría, en mitad de un escenario bullanguero y festivo no sé si resulta lo más apropiado. Me da que el himno europeo no le pone al personal. Es más propio de un acto solemne que del bullicio que se suele vivir en la Plaza de la Constitución. Ya puestos a poner himnos para acompasar el Día de San Sebastián con la apertura de los fastos de Donostia 2016, pues se interpreta el himno de Alemania, que para eso Merkel es la que tiene el bastón de mando en Europa. Contundente el himno alemán (Das Deutschlandlied) como el ruso. Ya saben, el que dice: Deutschland, Deutschland über alles.... Al final va a resultar que lo del himno europeo es otra imposición de la troika. Que lo disfruten.
viernes, 8 de enero de 2016
Mucho arroz, poco pollo
Aviso. Todo lo que escriba a partir de esta línea es susceptible de ser calificado como injusto. Una regla no escrita afirma que a todo proyecto que se precie se le debe conceder un periodo de gracia de al menos 100 días. El flamante edificio de Tabakalera cumple hoy 120 días pero, como somos más benévolos que nadie, le vamos a otorgar 200, 365 días, dos años, cinco o, si me apuran, una década para que se consolide. Transcurridos casi cuatro meses, hay más continente que contenido. Pongamos que visitamos este mastodonte cultural el lunes 4 de enero al mediodía como cualquier turista de vacaciones. Al visitante ocasional le llama la atención las dimensiones del edificio. Gigantesco. Hay metros cuadrados para dar y regalar. Otra cosa es el trajín. Será que fui el día y a la hora con menos actividad, el día tonto de la semana, vamos. Ya es mala suerte que la muestra con la que se abrió el edificio se hubiera clausurado la víspera, y que también estuvieran cerradas las salas de exposiciones de Kutxa y El Soto. El caso es que, a falta de que se abran instalaciones como la biblioteca, da la sensación de que en Tabakalera hay mucho arroz para poco pollo. Impresiona el trabajo de remodelación, impresionan las vistas desde la terraza y hay aulas para mil talleres. Pero aún hace frío. Eso sí, el chocolate de máquina, muy rico.
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