Terry Erlank, un tipo del que apenas sabemos que vive en Sudáfrica, tiene 72 años y cara de bonachón, es el protagonista de un vídeo (disponible en Youtube) que lleva por título El supremo optimista. Son apenas nueve minutos y 40 segundos. La música suave que se escucha de fondo se entremezcla con las frases que va soltando Terry. Según las va soltando, le quieres un poquito más. “Soy un hombre con una pierna y una sonrisa en su rostro”, dice el bueno de Terry al poco de comenzar el vídeo, cuando descubrimos que se mueve en una silla de ruedas y le falta una pierna. “Mi vaso está siempre tres cuartas partes lleno o rebosante”; “prefiero estar feliz con una pierna que gruñón con dos piernas”, sigue contando mientras nos muestran cómo se desplaza por su casa o cuida su huerto. Explica que perdió una de sus extremidades tras sufrir una angina de pecho y tira de humor negro (“Tengo una pierna más que el tipo que no tiene ninguna”), antes de soltar otra de esas frases que te invitan a reflexionar: “Sea lo que sea que te está pasando, tienes que ver el lado bueno de las cosas”. Terry, en fin, asegura que ha vivido el doble de años que su padre, “un milagro”, y confiesa que tiene suficiente dinero para las dos únicas cosas que necesita en esta vida: comida y helado.
viernes, 28 de junio de 2024
viernes, 21 de junio de 2024
Gastos hipotecarios
viernes, 14 de junio de 2024
Sermones de un minuto
En una época en la que la vida transcurre a toda velocidad, sin tiempo para pararnos un momento y pensar, se están imponiendo también los mensajes cortos, visuales y muy esquemáticos, que a veces pecan de aportar más continente que contenido. El público joven, nos dicen, es el más reacio a recibir la información de la manera, digamos, más tradicional, y no está por la labor de consumir sesudos análisis sobre las más variopintas cuestiones. Así que se lo ofrecemos todo masticadito, para que se zampen el vídeo de rigor en minuto y medio, ya les hablemos de la crisis de la derecha en Francia (que les importa una higa) o de los festivales de música en verano. Por el camino quizás se pierde la necesaria capacidad de profundizar e interpretar las claves del asunto en cuestión, pero qué más da. Manda el fenómeno de usar y tirar, y consumir uno tras otro adictivos vídeos breves, muy breves. Toca adaptarse, que es lo que ha trasladado también el papa Francisco a los sacerdotes en una instrucción que les ha enviado para que las homilías duren menos de ocho minutos y así los feligreses “no pierdan la atención y se duerman”. Pero me da que, ni aunque se resuman los sermones en un minuto, se va a acabar con la crisis de fieles que arrastra la Iglesia católica.
lunes, 10 de junio de 2024
Transpirenaica Social
sábado, 1 de junio de 2024
Entre el 6 y el 9 de junio se elegirá a los720 diputados que ocuparán los escaños del Parlamento Europeo durante los cinco próximos años. En dos artículos publicados en este periódico los días 17 y 27 de mayo, Eduardo J. Ruiz Vieytez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, explica de una manera muy didáctica y muy amena para qué sirven estos comicios que se celebran a las puertas de nuestras casas, pero que no los vemos con la cercanía de otras votaciones como las municipales, las autonómicas o las generales. La “cultura estatalista”, término acuñado por el profesor universitario que se puede aplicar a diferentes ámbitos, lo invade todo. El principal ámbito es el político. Las elecciones europeas se disputan en clave “estatalista”. Si gana el PP, pierde Sánchez y desde la derecha y la ultraderecha se azuzará aún más el raca-raca del adelanto electoral; si logra más eurodiputados el PSOE, se volverá a poner en cuestión el liderazgo de Núñez Feijóo, sobre todo por parte del ayusismo y todos sus cortesanos políticos y mediáticos. Las elecciones europeas son una batalla más en la política de trincheras que se libra en Madrid, capital del ruido, y no solo del que se escucha fuera del Bernabéu.