“Pensaba que estaba muerta”, me dice un compañero de la redacción a los pocos minutos de conocerse que Joan Baez actuará el próximo verano en el Jazzaldia. “No estaba muerta, estaba de parranda”, le contesto mientras le enseño un vídeo de hace unos años en el que la icónica cantante y compositora baila junto a Julia Roberts y Taylor Swift en un concierto de la estrella del pop en California. Es lo que tiene convivir con quinceañeras. Por no decir que en marzo de 2015, Baez (78 velas le contemplan) cantó a 100 kilómetros escasos de Donostia, en el Baluarte de Pamplona. Vuelven los revivals, si es que alguna vez se han ido. Para gustos están los colores, pero hay quien sostiene que, en el mundo de la música, cualquier tiempo pasado fue mejor. Que en este siglo recién alumbrado, 19 años ya, no ha nacido banda o cantante que tenga parangón con las de los 60, 70 u 80 del siglo XX. Y en esas estábamos cuando de repente se anuncia que regresa La Polla. No hay seguramente momento más idóneo para que Evaristo les ponga letra y música a los tiempos que vienen, con tanto político extremista y tanto micro suelto. Les va a poner como aquella mítica canción: Cara al culo.
viernes, 22 de febrero de 2019
sábado, 16 de febrero de 2019
Festival electoral
Imagino a los organizadores del Maratón de Madrid pegados a la pantalla de la televisión durante la comparecencia de Pedro Sánchez. Como si se tratara del sorteo de una eliminatoria de Copa, con los dedos cruzados para que no cayera el 28 de abril. ¡Bingo! 28 de abril. Sánchez anunció la convocatoria de elecciones con 72 días de antelación. El maratón lo hizo con 365 días de antelación. Habitualmente, al día siguiente de acabar una edición de un maratón como el de Madrid (con cerca de 40.000 inscritos), ya se conoce la fecha de la prueba del año siguiente. Así que los organizadores del Mapoma se han quedado compuestos y sin novia. 39.000 corredores, de ellos 11.000 extranjeros y 15.000 de fuera de la Comunidad de Madrid, están pendientes de conocer la nueva fecha. Razones de seguridad impiden que la carrera coincida con la cita con las urnas, por lo que se avecina un aluvión de cancelaciones de reservas de avión, tren y hoteles. La carrera de fondo deja de ser atlética y pasa a ser electoral. Dos elecciones en menos de un mes. Pensábamos que lo habíamos visto todo tras las dos elecciones seguidas en diciembre de 2015 y junio de 2016, pero nos faltaba lo de dos comicios seguidos en un mes. Según digan todos a una que han sido los triunfadores de la noche, ya se estarán preparando para las municipales, forales y autonómicas, donde toque. Definitivamente, la vida no es un carnaval, la vida es un festival de elecciones.
viernes, 15 de febrero de 2019
Dinero por la cara
Probablemente le ha pasado alguna vez. A mí, unas cuantas. Acude al cajero para sacar dinero pero se olvida de lo principal: recoger la pasta que ha escupido la máquina. Es lo que tiene estar pensando en otras cosas o andar con prisa porque el coche está aparcado en segunda fila. A veces el propio cajero se traga el dinero y los empleados de la entidad bancaria te lo devuelven. Otras veces el dinero se queda ahí, colgando, a la espera de que pase cualquiera y se lo lleve de regalo. Las tarjetas con contactless se han convertido en una suerte de auxilio, una salvación para personas despistadas como un servidor. Segundo arriba, segundo abajo, en un cajero de última generación dotado de contactless tardas menos de diez segundos en realizar un reintegro, que es como llaman los bancarios a sacar dinero. Y, además, si te olvidas los billetes, la máquina te alerta con un fino pitido. Mano de santo. El no va más de los cajeros llega ahora con una entidad financiera que permite sacar dinero con un simple reconocimiento facial. Te plantas ante la terminal, que identifica tu jeta porque previamente has dado de alta tu imagen en este sistema, y sacas dinero sin necesidad de teclear el PIN. Lo que se dice tener dinero por la cara. Solo falta que luego te acuerdes de recogerlo.
viernes, 8 de febrero de 2019
El complejo de Anoeta
El PSE de Donostia ha inaugurado la temporada primavera-verano de propuestas electoralespara la ciudad con un proyecto de pabellón multiusos en la ladera de Zorroaga. El alcalde, Eneko Goia, léase el PNV, como que no lo ve, EH Bildu no ha entrado al trapo y Borja Sémper, candidato del PP, apuesta por una tercera vía (en la política siempre hay terceras vías) que consiste en echar abajo el frontón Atano III y el polideportivo Josean Gasca, y levantar sobre sus escombros un nuevo y reluciente polideportivo. En tiempos de la burbuja inmobiliaria no era raro el día que nos desayunábamos con proyectos megalómanos que luego se ha demostrado que no tenían ni pies ni cabeza. Véase el Navarra Arena, un despilfarro que ha costado 60 millones de euros y que estaba acabado en 2013 pero no se abrió hasta el año pasado porque ni Blas quería asumir su deficitaria gestión. Un recinto con 11.000 asientos imposibles de cubrir por ningún club de Pamplona o Navarra. La propuesta de los socialistas donostiarras es más modesta (habla de una instalación con capacidad para 5.000 espectadores), pero incurre en los mismos errores. Frente a un nuevo pabellón multiusos, quizás es más apropiado analizar en profundidad el estado de las instalaciones de Anoeta (en global) y acometer los cambios, reformas y ampliaciones que necesitan.
sábado, 2 de febrero de 2019
Fyre Festival
Animado por la entrevista que la compañera Arantxa Lopetegi hizo hace unos días a Marta Goikoetxea, visité su premiado blog de viajes Rojo Cangrejo. Pero como tantas veces en Internet, sabes dónde empiezas pero no dónde acabas. Así que terminé leyendo un texto de Sara Carbonero en Elle, en el que contestaba a variopintas preguntas de lectores y lectoras, mayormente sobre asuntos de moda y belleza que, la verdad, me importan tanto como las encuestas de Estudio Estadio. El caso es que comencé buscando información sobre el tamaño de las maletas que se pueden llevar en los vuelos de Easyjet (la encontré, el blog es muy recomendable), y acabé sabiendo dónde compra Sara Carbonero losbodiesde sus criaturas. Y todo por pinchar una de las pestañas del blog con el epígrafePrensa (es deformación profesional). Pero para caso extremo de dónde empezar y dónde acabar, el Fyre Festival, un glamuroso y grandioso evento musical en una isla de Bahamas que se convirtió en una gigantesca estafa. Nació como el festival nunca visto, con estrellas, modelos einfluencers a cascoporro, y acabó con su promotor, Billy McFarland, condenado a seis años de prisión por estafa. Un documental sobre el festival, que ha causado furor en Netflix, lo explica con todo lujo de detalles. Imperdible.
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