Ernesto Valverde ha ganado las dos ligas que ha disputado como entrenador del Barça. Además del campeonato doméstico, en dos temporadas ha logrado también una Copa y una Supercopa. Pero, a decir de una legión de comentaristas futboleros, es un fracasado. En estos últimos tiempos, la fina línea que separa el éxito del fracaso cae siempre del lado del fracaso. Si no ganas el doblete, el triplete o el Trofeo del Tete, eres un fracasado. Como, además, la paciencia ha dejado de ser una virtud, estamos rodeados de fracasados que son sentenciados a golpe de tuit. La estupidez humana ha llegado a tal punto que personas que triunfan y se rigen por el sentido común (léase Valverde) son fracasados, y tipos que van de derrota en derrota y dicen una cosa por la mañana y la contraria por la tarde (léase Pablo Casado) convierten los varapalos en victorias. El líder del PP ha fracasado en todas las citas electorales que ha afrontado desde que tomó las riendas del partido. El domingo el PP sufrió su peor derrota en la Comunidad de Madrid desde 1991 (perdió 18 escaños) y la mayor derrota de su historia en el Ayuntamiento capitalino (seis concejales menos). Pero ahí estaba Casado abrazado a los dos candidatos y celebrando no sé sabe muy bien qué. Un tipo de éxito, no cabe duda.
viernes, 31 de mayo de 2019
sábado, 25 de mayo de 2019
Osasuna
El único club de Primera División que luce su nombre en euskera, tiene el primer entrenador euskaldun, el segundo entrenador, también es euskaldun;y el capitán es también euskaldun. La presidenta de la comunidad del único club de Primera con nombre euskaldun, también es euskaldun, y el alcalde de la capital de ese club con nombre en euskera, también es euskaldun. Euskaldunes y rojillos. Como para que les salgan sarpullidos a quienes llevan toda la vida tratando de que la enseñanza en euskera y del euskera desaparezca de la faz de su tierra. Hablamos de Osasuna, noski. En una iniciativa que habla por sí sola del club, la directiva firmó en octubre un acuerdo con AEK para fomentar el uso del euskera en todos los ámbitos. Por supuesto, los de siempre, los de toda la vida, se lanzaron en tromba. Osasuna vive con absoluta normalidad y respeto el bilingüismo. Una normalidad que ya quisieran en las Cortes, por ejemplo. Por abundar, la Liga hablará euskera en los banquillos la próxima temporada. Los cinco entrenadores de equipos vascos son euskaldunes: Imanol Alguacil, Gaizka Garitano, José Luis Mendilibar, Asier Garitano y Jagoba Arrasate. Confiemos en que los indignados de turno no falten al respeto cuando cualquiera de esos cinco técnicos se exprese en su lengua materna en las ruedas de prensa.
viernes, 17 de mayo de 2019
Radares
Por alguna razón que se me escapa, en ocasiones los responsables de tráfico instalan limitaciones de velocidad y radares en zonas en las que apenas se registran accidentes y, al contrario, dejan manga ancha en zonas peligrosas. Pongamos que hablamos de Donostia. Desde hace varios meses, el Ayuntamiento coloca de cuando en cuando un radar móvil en la entrada a la ciudad por la avenida de Tolosa. Justo encima del puente que une Lorea con las torres de Errotaburu. En los últimos catorce años he pasado por esta vía más de 3.500 veces en dirección a Ondarreta y otras 3.500 con destino a la variante. Nunca he presenciado un accidente, aunque haberlos, seguro que los hay. De hecho, la avenida de Tolosa es una de las vías de Donostia con mayor siniestralidad. Pero son 7.000 veces. Por pura probabilidad, algún accidente tendría que haber visto. Vamos con otro tramo, el que va desde la salida de Garbera al acceso a Pasaia/Errenteria en la GI-20. Hasta ahora el límite de velocidad era de 120 km/h. Ahora, sin previo aviso, se ha rebajado a 100 km/h. Sus motivos tendrán quienes han estimado conveniente reducir el límite. También hay radares en esta zona, pero no sea mal pensado. No lo hacen por afán recaudatorio.
viernes, 10 de mayo de 2019
El ‘bremain’ futbolístico
La Gran Bretaña se va a marchar de Europa a lo grande: con un pleno de clubes ingleses en la Champions League y en la Europa League. Ni brexit blando, ni duro, ni dulce, ni salado. Un bremainfutbolístico [(Bremain, acrónimo de Britain (Reino Unido) y remain (permanecer)] a lo bestia, liderado, como en el chiste, por un alemán (Klopp), un argentino (Pochettino), un italiano con apellido de canción de Kortatu (Sarri) y un vasco de Hondarribia (Emery). Liverpool, Tottenham, Chelsea y Arsenal. No se recordaban dos semifinales de Champions como las de esta semana desde que en 1999, en el Camp Nou, el Manchester United le dio una voltereta al marcador en el descuento y dejó al Bayern Munich descompuesto y sin copa. Hubo quien fue al baño a echar un pis relámpago con 0-1 a favor de los alemanes y al volver se encontró con el 2-1 y el niño Solskjær celebrando el gol. Los ingleses dominan la Europa futbolística, que para eso inventaron este deporte. La Premier es la única gran competición del continente que se va a decidir en la última jornada, los estadios se llenan todos los fines de semana y el reparto del dinero de los derechos televisivos (el maná de los clubes) es equitativo, al contrario que en la Liga. Y sí, vamos con los reds, que desde chavales somos del Liverpool.
sábado, 4 de mayo de 2019
Mis piernas por tu tarjeta
La escena sucedió el martes pasado. Y como fui testigo presencial, la cuento. Que para eso estamos. Un conductor aparcó su coche en una plaza reservada para personas con discapacidad (sobra decir que no sufría discapacidad alguna). Un peatón que pasaba por allí le llamó la atención. Adivinen quién se llevó la bronca: el peatón. El conductor salió del coche hecho un basilisco, recriminó al peatón que le dijera que no aparcara en un lugar que no debía y se dirigió a su destino, un comercio del que le separaban quince metros. Por supuesto, no retiró el coche, a pesar de que a 200 metros hay un amplio aparcamiento. Faltaría más. Escenas como esta suceden con cierta frecuencia. Juan Larreta, un pamplonés que sufre esclerosis múltiple, se ha convertido en el azote de lo que denomina “okupas motorizados”. Ha abierto una cuenta en Instagram (Okupas motorizados) en la que publica fotos de vehículos que estacionan de forma ilícita en aparcamientos destinados a discapacitados. “Son solo cinco minutos”, suele ser la excusa habitual de los jetas que aparcan en una plaza destinada a hacer la vida más fácil a quien padece una discapacidad. “Si alguien quiere aparcar en nuestros sitios, yo le cambio mi tarjeta por sus piernas”, afirma el bueno de Larreta. Necesitamos más Larretas en este mundo.
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