Sorpresas te da Internet. Un amigo poco ducho en lo que se viene a llamar las nuevas tecnologías (que siguen siendo nuevas aunque estén implantadas desde hace más de una década) se acaba de zambullir en el desconocido (para él) mundo de las descargas cibernéticas. Recientemente firmó con una compañía de telefonía un contrato de ADSL (para disponer de la línea más cara y lenta de Europa) y bucear a sus anchas por la Red. El tipo se ha ido aficionando al asunto (todo es empezar, y más en Internet) sin más asesoramiento que el que recibe metiendo horas frente al ordenador. Hace unos días aprendió a bajarse canciones y películas. Lo hizo de tapadillo, no fuera a ser que de repente aparecieran por su habitación Teddy Bautista y las huestes de la SGAE, y acabara el buen hombre en el trullo. Su bautismo en las descargas lo hizo con el último trabajo de Emilio Aragón, por siempre conocido como Milikito. Pájaros de papel se llama la peli que presentó hace nada y Pájaros de papel tecleó nuestro amigo el internauta en el buscador. Al cabo de unas horas, completada la descarga, abrió el archivo y comenzó a visionar las primeras imágenes. La primera escena mostraba a una exuberante dama lamiéndose el dedo índice en una actitud digamos que provocativa. En la siguiente escena aparecía, sobre una cama blanca de proporciones gigantescas, un pedazo de negro con un cincel del 8, también de proporciones gigantescas. Vamos, que ni ella era Carmen Machi ni él era Imanol Arias. Sorpresas te da Internet.
martes, 30 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
Fuentes y contrastes
contaba hace tiempo un ex alto cargo del Gobierno Vasco que detrás de algunas informaciones periodísticas sobre la labor de las fuerzas de seguridad contra ETA había mucho de novela y algo de literatura. Venía a decir que había que examinar con lupa algunas noticias, reportajes y análisis de determinados periodistas porque la falta de contraste resulta palmaria. En la lucha contra ETA, la fuente que informa al periodista siempre es de una parte (mayormente políticos, gobernantes o dirigentes y miembros de las distintas policías) y, obviamente, al otro lado no hay con quién contrastar la historia. Y no sólo sucede en la lucha contra ETA sino en lo que se viene a llamar el conflicto vasco. Imanol Murua, en el libro Loiolako hegiak, sobre la trastienda de las conversaciones entre el PSE, Batasuna y el PNV, relata que en la primera filtración sobre las reuniones de los tres partidos, El Correo aseguró que el encuentro se había celebrado en Elizondo, seguramente porque en alguna escucha telefónica se captó la expresión eliz ondoan. También cuenta que Rodolfo Ares no sabía dónde está Elizondo, pero tampoco es raro. Durante la tregua posterior al Acuerdo de Lizarra hubo quien dijo sin pestañear que Estella-Lizarra estaba al lado de Isaba. Hombre, al lado, lo que se dice al lado... En fin, que, anécdotas al margen, en algunas informaciones sobre la lucha contra ETA hace tiempo que se ha extendido el todo vale, las prisas, las primicias que no son tales, el blanco o negro, y las detenciones cuasitelevisadas. Hoy son cinco bomberos y mañana un circo con sus payasos, con todo el respeto a los colegas de Fofó.
jueves, 18 de marzo de 2010
Una suerte de concierto
Recién iniciado el año, cumplo un ritual al que se han enganchado algún que otro amigo y algún que otro pariente. Todos los años, a mediados de enero, envío un correo electrónico a la ilustre Filarmónica de Viena (www.viennaphilharmonic.com). La muy democrática orquesta te ofrece la oportunidad de asistir a uno de los tres conciertos que celebra entre el fin de un año y el comienzo del siguiente (el ensayo general del día 30, el Concierto de Nochevieja del día 31 y el Concierto de Año Nuevo) mediante una fórmula tan simple como rellenar una ficha con tus datos personales y especificar cuántas entradas quieres y a qué precio (para las de Año Nuevo, el coste oscila entre los 30 y 940 euros). Completado el registro (el plazo se abre el 2 de enero y se cierra el 23 del mismo mes), envías el correo electrónico y entras en un sorteo junto a decenas de miles de aspirantes a ocupar un asiento (también hay entradas de pie) en el Musikverein. Puestos a tentar a la suerte, echas a volar la imaginación y trazas el plan de viaje a Viena, la ciudad de la música por excelencia. E imaginas que compartes escena con los ricachones japoneses que pueblan las primeras filas, gastando palmas en plena Marcha Radetzky, sólo unos minutos después de que todos los músicos de la Filarmónica te hayan deseado un feliz año nuevo. En esas estás cuando recibes un correo electrónico de la orquesta en la que te comunica que, otro año más, no te ha tocado ni media entrada en el sorteo y que lo vuelvas a intentar para el concierto de año nuevo de 2012.
viernes, 12 de marzo de 2010
"Exploit lyonnais"
"Exploit lyonnais, exploit lyonnais" ("hazaña lyonesa"), exclamaba la noche del miércoles el comentarista de TF1, recién consumado el Lyonazo en el Bernabéu. Alucinaba el hombre, y no era para menos. El Madrid-Olympique ejemplifica como pocos partidos el tremendo desfase que se vive en el fútbol de elite. No es que todo sea negro o blanco, es que hace tiempo que la gama de grises ha desaparecido por completo. Se pasa de la euforia al fracaso en 48 horas, sin ton ni son, sin un mínimo análisis sosegado y con todo un coro de medios de comunicación haciendo la ola. Y no hace falta que el medio en cuestión sea exclusivamente deportivo, con una tendencia más acusada a hacer del forofismo su seña de identidad. El Mundo anunciaba el martes, en la previa del partido, que el Madrid quería llegar al descanso con un 3-0 en el marcador "para mandar un mensaje a Europa" (una nueva versión de lenguaje político trasladado al deporte). Hoy se ensalza al entrenador hasta la galaxia, y mañana se le crucifica, en una sucesión de titulares que no tienen un pase. La paciencia con los técnicos dejó de ser una gran virtud hasta en clubes como la Real, tradicionalmente modélico en este tipo de menesteres. Los entrenadores no tienen crédito ni para un par de semanas, azuzados por determinados periodistas que en las tertulias que pueblan radios y televisiones han adoptado lo peor de la prensa rosa: quien grita más alto cree que tiene más razón que el contrario, el ataque personal es la mejor defensa y cuanto más forofo sea el tertuliano, mejor.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Como que no lo veo
que me perdone Iñaki Arriola, pero como que no veo lo del metro soterrado entre Irun y Hondarribia. Incrédulo me llaman por aquí. Recorro mentalmente el trayecto entre el paseo Colón de Irun y la playa de Onddarbi, y como que sigo sin verlo. Será que tengo la mente contaminada como conductor de coche que soy. Pero como que no lo veo. Si no hay un triste bidegorri que una las dos localidades, ¿cómo puedo siquiera imaginar que se quiere abrir la tierra en canal para construir un metro como en el mismísimo Indautxu? ¿Cómo imaginarlo si hay un aeropuerto que no sabemos si despega o aterriza, que tiene unas tarifas más caras que la exclusiva de Anne Igartiburu en bolas? ¿Cómo imaginarlo si el imaginario suburbano entre Irun y Hondarribia, que hace unos años se parió con forma de tranvía, es uno de tantos proyectos que se anuncian un día sí y se olvidan otro día también? El proyecto de metro soterrado del Bidasoa es sólo uno de tantos que viene a reafirmar aquello de que el papel lo aguanta todo. Cierto es que sin proyectos no se alumbran luego realidades. Pero es que nos atiborran con tantas infografías y maquetas (la última de la bahía de Pasaia era ideal de la muerte, que diría la pija) que ya no nos creemos nada. Entre proyectos y planes pioneros (palabra favorita donde las haya de algunos alcaldes y concejales), llenamos más páginas que la trilogía de Millennium. A veces hasta ponemos fecha a los proyectos. Alguno debería estar inaugurado hace cinco años y, fíjate, todavía no tiene ni presupuesto.
lunes, 1 de marzo de 2010
El apocalipsis (y II)
Ahí sigue el árbol que se ve tras la cristalera de esta redacción. Más tieso que la armadura de Nacho Vidal en acción. Se diría que la ciclogénesis explosiva no ha ido con él. Eso, o que en la avenida de Tolosa disfrutamos de un microclima como el de Las Landas. Ya saben, si en pleno mes de julio aquí cae un maná de agua, 40 kilómetros más arriba de Baiona hace un sol que te deja un bronceado tipo Flavio Briatore. Ayer dejamos el caso Xynthia con unos pronósticos que nos anunciaban el apocalipsis meteorológico. Así que cuando cerramos el garito después de meter más horas que un controlador aéreo, comprobamos in situ los efectos de la bomba-viento. Así, de sopetón, eso de que a las doce de la noche del 27 de febrero la temperatura sea de 18 grados como que te descoloca. Hace un par de semanas se te congelaba el moco y ahora puedes caminar en mangas de camisa. Esto no es serio, señores. No sabes si vives en la República Dominicana o en Escandinavia. Para aquellos que nos aventuramos a pisar la calle (más por la obligación de volver a casa que por puro morbo), la noche guardaba una de esas sorpresas que te encuentra pocas veces. La A-8 toda tuya. Ni rastro de camiones, pocos coches y, eso sí, una numerosa cuadrilla de currelas trabajando día y noche para acabar el enlace del Segundo Cinturón con la A-8 en Errenteria. Acaba la ciclogénesis, le vamos a poner hasta banda sonora (Fly me to the moon, cantada por Frank Sinatra). Que tengan un buen día. Mañana... sol y buen tiempo.
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