viernes, 29 de noviembre de 2013

El 'cagómetro'

a estas alturas de la película, ya sabrán que la educación pública de Navarra, y más en concreto la que se imparte en el modelo D, es un nido de etarras, filoterroristas, batasunos, aberchales radicales y alimañas de todo pelaje y de la peor calaña. Sabrán también que los presos (pederastas incluidos) que durante las últimas semanas han abandonado la cárcel después de que el Tribunal de Estrasburgo anulara la doctrina Parot, solo han tenido un fin durante los veintitantos años que han pasado entre rejas: ser profesores. Más en concreto, ser profesores para impartir clases en la educación pública de Navarra, y más en concreto, en el modelo D. Así que, una vez en la calle, están esperando como agua de mayo a que la Administración convoque unas oposiciones para impartir el nor nori nork, que ya se sabe que la letra con sangre entra. Si no fuera porque hablamos de educación (pilar básico de una sociedad), el asunto daría para echar unas risas en la barra del bar y tirar de ironía. Pero, bromas aparte, detrás del benemérito "informe reservado" se adivina el pavor que tiene el partido (con mayúsculas) a perder el poder que ostenta desde hace más de 20 años. De aquí a mayo de 2015, la Navarra derechona, foral y española de toda la vida va a sacar a pasear la artillería pesada. Si hay que tirar de la Benemérita, se tira; si hay que ir todos los días a la tele party digital, pues se va. El cagómetro ya está en marcha. Viene los malos malísimos con su euskera y su nacionalismo, y eso no puede ser. Como si la alternancia en el poder no fuera saludable en una democracia.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Caballo grande

el último número de la revista Argia recoge una amplia e interesante entrevista del bertsolari Sustrai Colina al músico Joseba Irazoki. En un momento de la entrevista -los no euskaldunes pueden leer la traducción al castellano que Mikel Iturria ha realizado en el blog de Javier Ortiz (www.javierortiz.net/voz/iturri)-, cuestionado sobre si la música en directo tiene futuro, Irazoki responde de forma contundente. "El BBK Live y demás (festivales) suelen estar llenos de gente, pero los conciertos en los bares están desiertos". La acertada comparación se puede llevar a otros terrenos sociales, culturales y económicos. El Kursaal, el Victoria Eugenia y varias salas de Donostia se llenan durante el Zinemaldia, pero el resto del año el cine dice vivir en una crisis permanente. Recuerda Joseba que el Jazzaldia es un éxito de público, pero habitualmente sobra espacio en los recitales que programa el bar Altxerri. Anoeta recibe a entre 20.000 y 25.000 espectadores por partido, pero ya ni recordamos la última vez que fuimos a ver al equipo del pueblo a Berazubi o a Azkoagain. Las carreras pedestres viven un boom espectacular y, sin embargo, las pruebas populares de las fiestas de los barrios languidecen y algunas no llegan al medio centenar de participantes. Apreciamos el trato cercano y afable de nuestro tendero, pero acudimos en masa a los centros comerciales. Seguramente lo uno no está reñido con lo otro, pero el pez grande hace tiempo que se ha comido al chico. Dicen que lo pequeño es hermoso, pero nos guiamos por aquello de caballo grande, ande o no ande.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Pagar por mear

Ganas tengo de ir a la estación de Atocha, en Madrid, para echar un meo. Acaban de estrenar unos aseos de cagarse. Como en este texto no se pueden incluir imágenes que ilustren lo que comento, mejor lean la reseña que publica la web Decoesfera, dedicada a la decoración y el interiorismo: "Lavabos bonitos y divertidos, ambientados con música, con espacios para familias y una tienda con artículos de tocador (...). Puertas sin huecos ni por abajo ni por arriba garantizan la privacidad y tienen las paredes recubiertas de sorprendentes fotografías a modo de tramantojos (...). Inodoros blancos, con cisternas empotradas y pulsador de acero inoxidable. Dispensador de papel (mal rollo si no hubiera ídem, digo yo), un pequeño contenedor y una discreta escobilla limpiadora, también en acero inoxidable, anclada a la pared). Ya digo que dan ganas de ir corriendo a Madrid, echar un pis y volver. La empresa holandesa que promueve y gestiona los retretes debe ser muy cachonda porque el otro día, en la inauguración, invitó al mismísimo embajador en España del Reino de los Países Bajos, Cornelius van Rij, no se sabe si para que los probara. Estos aseos neoliberales (antes eran públicos y gratuitos, y ahora son privados y de pago) nos confirman lo que todos nos temíamos: que al final pagaremos hasta por mear. En este caso, cada uso (ya sea de aguas mayores o de menores) sale por 60 céntimos e incluye bonos descuento en compras en la tienda. Un negocio que te cagas, como lo define con acierto la web Yorokobu.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Uno de cada 100.000

Aseguraba ayer en esta sección el doctor Ricardo Jiménez, asesor médico de la Federación Atlética Guipuzcoana, que la muerte de Arantza Ezquerro entra dentro de "lo estadísticamente esperado". Desgraciadamente, los números lo atestiguan. Varios estudios indican que uno de cada 100.000 participantes en una maratón (una prueba aún más exigente que la Behobia) fallece por muerte súbita.
Desde 1999, la carrera más popular de nuestro entorno contabiliza más de 112.000 corredores inscritos. Tres participantes (Asier Torrente en 2002, César Elorduy en 2010 y la ya citada Arantza Ezquerro el pasado domingo) han perdido la vida desde que esta clásica pedestre se recuperó felizmente en 1979. El hecho de que solo hayan transcurrido tres ediciones entre las dos últimas muertes podría llevar a pensar en algún tipo de negligencia, en que algo se está haciendo mal. Y, sin embargo, sucede lo contrario. Está demostrado que una mayoría de los participantes (no todos) llegan a la cita mejor preparados físicamente que hace diez, 15 o 20 años, y también es palpable sobre el terreno que la organización ha mejorado notablemente los servicios de asistencia médica.
A veces, la mayor de las prevenciones no puede evitar una fatalidad. Muertes como la de Arantza Ezquerro nos ponen sobre aviso acerca de la conveniencia de realizar una prueba de esfuerzo, que quizás no nos garantiza que sea infalible al 100% pero que está demostrado que reduce los riesgos de sufrir cualquier dolencia. Un chequeo médico es una medida preventiva más que recomendable y, desde luego, más importante que escoger el modelo de zapatillas que queremos utilizar.
En ejercicios de fuerte intensidad, que nos llevan prácticamente al agotamiento, exprimimos nuestro cuerpo. Lo sometemos a una exigencia máxima, más si cabe en una prueba como la Behobia, caracterizada por una enfermedad llamada marquitis. No importa si has llegado o si has disfrutado, importa el tiempo que has invertido en cubrir los 20 kilómetros. Es tal la competitividad, que hay quien no levanta la cabeza ni para saludar a la familia. Y, la verdad, lo mismo da llegar a la meta en una hora y 15 minutos que en dos horas y tres minutos. El caso es acabar la carrera con buenas sensaciones y cumplir el sano placer de disfrutar corriendo. Una máxima aplicable a la Behobia y a cualquier prueba por modesta que sea.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Son las endorfinas

Durante las últimas semanas, cada vez que se ha asomado a la ventana ha visto pasar a alguien corriendo. No huye de nada ni de nadie. No se preocupe. Está entrenando. Y son las endorfinas. Aseguran los expertos en medicina deportiva que cuando corremos se activa una función de las endorfinas que estimulan nuestra sensación de placer. O sea, que aunque vayamos apretando los dientes y con cara de sufrimiento perruno, en realidad la estamos gozando. Que segregamos una sustancia que provoca que el bienestar invada nuestro organismo. Es más. Según afirmaba recientemente el periodista Gabriel Asenjo, correr incrementa los niveles de serotonina (vinculada con el estado de bienestar), de dopamina (relacionada con la estabilidad ecomocional y de motivación), y de melatonina (aporta más energía y capacidad de trabajo). Si conocen a algún aficionado a correr, sabrán también que alguna de sus mejores ideas se le han ocurrido durante uno de sus entrenamientos, por aquello de que se despeja la mente y se activa la creatividad. Y sabrán también que un corredor que se entrena frecuentemente, cuando está parado por una lesión es insoportable. Correr es un deporte barato (zapatillas al margen), autónomo (no se necesita compañía ni formar equipo), más o menos entretenido y basta con practicarlo durante media hora para sentir unos efectos placenteros, relajantes. Razones de sobra para explicar por qué este próximo domingo más de 28.000 personas unirán corriendo Behobia y Donostia.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La txapela de Marc

Marc Roig, segundo el año pasado, aspira a lograr su primer triunfo en su cuarta participación en 'la Behobia'


 Marc Roig guarda en casa una txapela, pero es de prestado. No se la calaron en ningún podio ni la ganó después de vencer en alguna de las numerosísimas carreras que se organizan en Euskal Herria. La txapela es de Dina Bilbao, una de las pioneras del triatlón, que acostumbraba a participar en la Behobia-San Sebastián y que desapareció en 1997 tras una tormenta que se desató en el Caribe cuando realizaba una travesía a bordo de un catamarán junto a Iñigo Ross.
Durante una visita a su amigo donostiarra Ander Izagirre, Marc recibió la txapela de manos del tolosarra Josu Iztueta y se propuso devolverla cuando consiguiera una en propiedad. Y en esas anda. Se ha propuesto calarse la txapela de la Behobia en su cuarta participación. Fue tercero en su debut en 2009, décimo en 2010 y segundo el año pasado con un tiempo de una hora, tres minutos y un segundo, su mejor marca en los 20 kilómetros que van desde el barrio irundarra al Boulevard de Donostia. "Saldré a ganar. Noviembre me coge empezando la temporada y los atletas que tienen objetivos para diciembre y enero estarán más en forma, pero estoy para pelear por el podio y, si me dejan una puerta abierta, iré a por la victoria", confiesa el corredor de Sant Pol de Mar, en el Maresme barcelonés.
Roig se encuentra preparando la temporada invernal de cross, que prolongará con un diezmil en pista y culminará con un maratón, seguramente el de Estocolmo del 31 de mayo. Durante los cuatro últimos años ha enfocado su preparación hacia el maratón de Barcelona (en marzo), pero esta vez ha cambiado de plan con el fin de buscar un registro cercano a las dos horas y quince minutos (su mejor marca es de 2:18 hace dos años en Barcelona).
El corredor catalán debutó en la Behobia casi por casualidad. Hace unos años acudió como invitado a la media maratón de Goteborg, la célebre GöteborgsVarvet, la más popular de Europa con 59.000 corredores y más de 200.000 espectadores, y coincidió en el hotel con los organizadores de prueba guipuzcoana, que suelen acudir a la carrera sueca para tomar ideas.
Entre una caña y otra, los responsables del Fortuna le invitaron a participar en la Behobia... y la carrera le enganchó. "Nunca había conocido una prueba tan bien organizada y con tanto público", afirma Roig, la avanzadilla del pelotón de más de 4.500 catalanes que correrán el domingo. Descontando los más de 8.000 guipuzcoanos, no hay comunidad que atraiga más populares. En pocos años la presencia de catalanes se ha multiplicado fruto del atractivo que supone disputar la carrera y disfrutar de un fin de semana en Gipuzkoa. Roig es un buen ejemplo. Viajará junto a su mujer y su hija de dos meses, y en Donostia se unirán sus padres y su hermana, que reside en Pamplona. "Es un fin de semana perfecto. Hay carreras todos los fines de semana y es difícil que te acompañen siempre, pero si dices que vas a San Sebastián, no ponen ningún reparo. Vienen encantados".

Los principales rivales
Pedro Nimo y Chema Martínez
Roig tendrá en Pedro Nimo y Chema Martínez a dos de sus principales rivales. El madrileño, cuatro veces ganador de la Behobia, llega tras disputar el domingo pasado el maratón de Nueva York, el último como profesional, en el que acabó en el puesto 31 tras sufrir como un condenado (2 horas y 28 minutos). "Chema es una incógnita. No sabes cómo va a recuperar. Después de un maratón como el del domingo, la destrucción muscular es menor. No has rendido, pero no te has quemado", explica el corredor barcelonés, que también teme a Nimo. "Debuta. Está muy bien, según está diciendo en las redes sociales".
Roig es ya un habitual de la carrera, aunque no se ha prodigado en las pruebas del calendario vasco. Más asiduo al cross que al asfalto, ganó en 2003 la primera edición del Trofeo Mamo Wolde, reservado a los junior en el Cross de Elgoibar, ha participado también varias veces en el cross de Lasarte y disputó en una ocasión la media maratón Azkoitia-Azpeitia. Pero nunca se ha calado una txapela. La de la Behobia le espera.


Del Interrail a la dote de Kenia

Roig está casado con una keniana y al menos un mes al año entrena junto a atletas del país africano

¡Hace unos años, recién acabada la carrera de Fisioterapia, Marc Roig se encontró ante una disyuntiva: resultaba complicado encontrar un empleo en su especialidad y más aún combinarlo con su intenso plan de entrenamientos. Así que tiró por la calle de en medio y se embarcó en una aventura que le cambió la vida. Se desplazó a Eldoret (Kenia) para trabajar como voluntario con niños que viven en la calle de la mano de la ONG Ex Street Children. Era la primera vez que viajaba a África. Era febrero de 2009. A aquella estancia de un mes le siguieron visitas más frecuentes tras entablar amistad con Mercy, la jefa de los voluntarios, que no tenía vínculos con el atletismo ("No todas las kenianas son atletas, como no todos los españoles son toreros", dice entre risas). Mercy es hoy su mujer y la madre de su hija, Paula Jepkogei, nacida el pasado 12 de septiembre. Roig aprovecha sus viajes a Eldoret, la cuna del atletismo de Kenia que ha alumbrado decenas de medallistas mundiales, para realizar entrenamientos junto a atletas de altísimo nivel. "Pero voy bastante a mi bola porque hay que ser prudente. Si corres al nivel de los kenianos, a la semana estás en la cama hecho polvo", afirma el atleta de Asics, que en diciembre próximo volverá a Eldoret para entrenarse durante un mes. Visitará también a su familia africana, que mantiene intactas tradiciones como la del ritual que precedió a la boda de Marc y Mercy en la catedral de Eldoret. Liturgias como recibir una vaca como regalo por parte de los padres de ella durante la pedida de mano previa al enlace. Una llamativa dote que formaba parte de los presentes que se intercambiaron ambas familias y que incluía también la plantación de varios árboles.
Y es que Marc, hijo de la exatleta catalana María Tió, es dado a la aventura, casi siempre ligada al atletismo. Hace unos años compró un billete de Interrail, que permite a los jóvenes de hasta 22 años viajar en tren durante un mes por toda Europa en segunda clase Y sin límite de desplazamientos. A diferencia de muchos jóvenes fueron de tren en tren y de fiesta en fiesta, Roig se dedicó a participar en carreras. Durante 30 días visitó trece países y disputó nueve carreras hasta tal punto que el viaje le resultó rentable porque ganó un buen puñado de euros con los premios en metálico. Ganó alguna carrera, hizo varios podios y en el peor de los casos acabó undécimo. Se las ingenió para enlazar destinos con ciudades que acogieran carreras ("Fue una ardua labor de investigación en Internet", recuerda), pero acabó culminando una singular travesía ferroatlética.


El personaje

· Edad. 29 años
· Lugar de nacimiento. Sant Pol de Mar (Barcelona).
· Familia. Casado con Mercy. Es padre de una niña de dos meses.
· Profesión. Trabaja como fisioterapeuta en una clínica de rehabilitación. Es profesor-colaborador de la Universidad de San Jorge en Zaragoza y colabora como articulista en la web www.running.es
· Su blog. carrerasdelmundo.blogspot.com.es
· Carrera profesional. Campeón de España promesa de 10.000 (2005 y 2006), quinto absoluto de maratón (2008), séptimo de Europa promesa de 10.000 (2005), subcampeón de España sub'23 de duatlón (2007) y cuarto del mundo sub'23 de duatlón (2007). Ganador del Trofeo Mamo Wolde del cross de Elgoibar (2003).
· 3.000 m.l. 8.21 (2003).
· 5.000 m.l. 14.09 (2010).
· 10.000 m.l. 29.21 (2007).
· Media maratón. 1h04m57s. (2010)
· Maratón. 2h18m08s (2011).
· 2009. 1h04m16s (tercero).
· 2011. 1h05m36s (décimo).
· 2012. 1h03m01s. (segundo).

viernes, 1 de noviembre de 2013

Cromagnon

Hace una semana mantuve una amable conversación telefónica (sí, se puede hablar con educación aunque viendo algunas tertulias televisivas no lo parezca) con una lectora de este periódico que se quejaba de un titular, a su juicio, poco afortunado y con connotaciones machistas que habíamos publicado días atrás. La conversación derivó en un breve debate acerca del papel que debe desempeñar el hombre para que la igualdad de género sea efectiva, la responsabilidad de los periodistas a la hora de transmitir valores vinculados con la igualdad, etcétera. No sé si es políticamente correcto, pero a uno le chirrían los oídos cuando desde instituciones públicas y colectivos de mujeres se generaliza al abordar la labor de los hombres en la conciliación laboral y familiar. Solo hace falta darse una vuelta por el mundo real para comprobar que en los últimos años se ha avanzado sobre todo en dos aspectos: la corresponsabilidad en el cuidado y la atención de los hijos, y la conciliación de trabajo y familia. A veces parece como si no se hubiera progresado en los últimos 20, 30 o 40 años. Parece que los hombres llegamos a casa, nos sentamos en el sofá a ver la tele y, mientras nos fumamos un puro, esperamos a que nuestras mujeres bañen a los niños, planchen una montaña de ropa y preparen la cena. Cierto es que hay materias y actitudes por superar, algunas de ellas gravísimas y dramáticas como la violencia machista, pero el común de los varones no es el hombre de Cromagnon.