a estas alturas de la
película, ya sabrán que la educación pública de Navarra, y más en
concreto la que se imparte en el modelo D, es un nido de etarras, filoterroristas, batasunos, aberchales
radicales y alimañas de todo pelaje y de la peor calaña. Sabrán también
que los presos (pederastas incluidos) que durante las últimas semanas
han abandonado la cárcel después de que el Tribunal de Estrasburgo
anulara la doctrina Parot, solo han tenido un fin durante los
veintitantos años que han pasado entre rejas: ser profesores. Más en
concreto, ser profesores para impartir clases en la educación pública de
Navarra, y más en concreto, en el modelo D. Así que, una vez en la
calle, están esperando como agua de mayo a que la Administración
convoque unas oposiciones para impartir el nor nori nork, que ya se sabe
que la letra con sangre entra. Si no fuera porque hablamos de educación
(pilar básico de una sociedad), el asunto daría para echar unas risas
en la barra del bar y tirar de ironía. Pero, bromas aparte, detrás del
benemérito "informe reservado" se adivina el pavor que tiene el partido
(con mayúsculas) a perder el poder que ostenta desde hace más de 20
años. De aquí a mayo de 2015, la Navarra derechona, foral y española de
toda la vida va a sacar a pasear la artillería pesada. Si hay que tirar
de la Benemérita, se tira; si hay que ir todos los días a la tele party digital, pues se va. El cagómetro ya
está en marcha. Viene los malos malísimos con su euskera y su
nacionalismo, y eso no puede ser. Como si la alternancia en el poder no
fuera saludable en una democracia.
viernes, 29 de noviembre de 2013
viernes, 22 de noviembre de 2013
Caballo grande
el último número de la revista Argia recoge una amplia e interesante entrevista del bertsolari Sustrai Colina al músico Joseba Irazoki. En un momento de la entrevista -los no euskaldunes pueden leer la traducción al castellano que Mikel Iturria ha realizado en el blog
de Javier Ortiz (www.javierortiz.net/voz/iturri)-, cuestionado sobre si
la música en directo tiene futuro, Irazoki responde de forma
contundente. "El BBK Live y demás (festivales) suelen estar llenos de
gente, pero los conciertos en los bares están desiertos". La acertada
comparación se puede llevar a otros terrenos sociales, culturales y
económicos. El Kursaal, el Victoria Eugenia y varias salas de Donostia
se llenan durante el Zinemaldia, pero el resto del año el cine dice
vivir en una crisis permanente. Recuerda Joseba que el Jazzaldia es un
éxito de público, pero habitualmente sobra espacio en los recitales que
programa el bar Altxerri. Anoeta recibe a entre 20.000 y 25.000
espectadores por partido, pero ya ni recordamos la última vez que fuimos
a ver al equipo del pueblo a Berazubi o a Azkoagain. Las carreras
pedestres viven un boom espectacular y, sin embargo, las
pruebas populares de las fiestas de los barrios languidecen y algunas no
llegan al medio centenar de participantes. Apreciamos el trato cercano y
afable de nuestro tendero, pero acudimos en masa a los centros
comerciales. Seguramente lo uno no está reñido con lo otro, pero el pez
grande hace tiempo que se ha comido al chico. Dicen que lo pequeño es
hermoso, pero nos guiamos por aquello de caballo grande, ande o no ande.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Pagar por mear
Ganas tengo de ir a la estación de Atocha, en Madrid, para echar un meo.
Acaban de estrenar unos aseos de cagarse. Como en este texto no se
pueden incluir imágenes que ilustren lo que comento, mejor lean la
reseña que publica la web Decoesfera, dedicada a la decoración y el
interiorismo: "Lavabos bonitos y divertidos, ambientados con música,
con espacios para familias y una tienda con artículos de tocador (...).
Puertas sin huecos ni por abajo ni por arriba garantizan la privacidad y
tienen las paredes recubiertas de sorprendentes fotografías a modo de
tramantojos (...). Inodoros blancos, con cisternas empotradas y pulsador
de acero inoxidable. Dispensador de papel (mal rollo si no hubiera ídem, digo yo), un pequeño contenedor y una discreta escobilla limpiadora, también en acero inoxidable, anclada a la pared).
Ya digo que dan ganas de ir corriendo a Madrid, echar un pis y volver.
La empresa holandesa que promueve y gestiona los retretes debe ser muy
cachonda porque el otro día, en la inauguración, invitó al mismísimo
embajador en España del Reino de los Países Bajos, Cornelius van Rij,
no se sabe si para que los probara. Estos aseos neoliberales (antes
eran públicos y gratuitos, y ahora son privados y de pago) nos confirman
lo que todos nos temíamos: que al final pagaremos hasta por mear. En
este caso, cada uso (ya sea de aguas mayores o de menores) sale por 60
céntimos e incluye bonos descuento en compras en la tienda. Un negocio
que te cagas, como lo define con acierto la web Yorokobu.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Uno de cada 100.000
Aseguraba ayer
en esta sección el doctor Ricardo Jiménez, asesor médico de la
Federación Atlética Guipuzcoana, que la muerte de Arantza Ezquerro entra
dentro de "lo estadísticamente esperado". Desgraciadamente, los números
lo atestiguan. Varios estudios indican que uno de cada 100.000
participantes en una maratón (una prueba aún más exigente que la Behobia) fallece por muerte súbita.
Desde 1999, la carrera más popular de nuestro entorno
contabiliza más de 112.000 corredores inscritos. Tres participantes
(Asier Torrente en 2002, César Elorduy en 2010 y la ya citada Arantza
Ezquerro el pasado domingo) han perdido la vida desde que esta clásica
pedestre se recuperó felizmente en 1979. El hecho de que solo hayan
transcurrido tres ediciones entre las dos últimas muertes podría llevar a
pensar en algún tipo de negligencia, en que algo se está haciendo mal.
Y, sin embargo, sucede lo contrario. Está demostrado que una mayoría de
los participantes (no todos) llegan a la cita mejor preparados
físicamente que hace diez, 15 o 20 años, y también es palpable sobre el
terreno que la organización ha mejorado notablemente los servicios de
asistencia médica.
A veces, la mayor de las prevenciones no puede evitar una
fatalidad. Muertes como la de Arantza Ezquerro nos ponen sobre aviso
acerca de la conveniencia de realizar una prueba de esfuerzo, que quizás
no nos garantiza que sea infalible al 100% pero que está demostrado que
reduce los riesgos de sufrir cualquier dolencia. Un chequeo médico es
una medida preventiva más que recomendable y, desde luego, más
importante que escoger el modelo de zapatillas que queremos utilizar.
En ejercicios de fuerte intensidad, que nos llevan
prácticamente al agotamiento, exprimimos nuestro cuerpo. Lo sometemos a
una exigencia máxima, más si cabe en una prueba como la Behobia, caracterizada por una enfermedad llamada marquitis.
No importa si has llegado o si has disfrutado, importa el tiempo que
has invertido en cubrir los 20 kilómetros. Es tal la competitividad, que
hay quien no levanta la cabeza ni para saludar a la familia. Y, la
verdad, lo mismo da llegar a la meta en una hora y 15 minutos que en dos
horas y tres minutos. El caso es acabar la carrera con buenas
sensaciones y cumplir el sano placer de disfrutar corriendo. Una máxima
aplicable a la Behobia y a cualquier prueba por modesta que sea.
viernes, 8 de noviembre de 2013
Son las endorfinas
Durante las últimas
semanas, cada vez que se ha asomado a la ventana ha visto pasar a
alguien corriendo. No huye de nada ni de nadie. No se preocupe. Está
entrenando. Y son las endorfinas. Aseguran los expertos en medicina
deportiva que cuando corremos se activa una función de las endorfinas
que estimulan nuestra sensación de placer. O sea, que aunque vayamos
apretando los dientes y con cara de sufrimiento perruno, en realidad la
estamos gozando. Que segregamos una sustancia que provoca que el
bienestar invada nuestro organismo. Es más. Según afirmaba recientemente
el periodista Gabriel Asenjo, correr incrementa los
niveles de serotonina (vinculada con el estado de bienestar), de
dopamina (relacionada con la estabilidad ecomocional y de motivación), y
de melatonina (aporta más energía y capacidad de trabajo). Si conocen a
algún aficionado a correr, sabrán también que alguna de sus mejores
ideas se le han ocurrido durante uno de sus entrenamientos, por aquello
de que se despeja la mente y se activa la creatividad. Y sabrán también
que un corredor que se entrena frecuentemente, cuando está parado por
una lesión es insoportable. Correr es un deporte barato (zapatillas al
margen), autónomo (no se necesita compañía ni formar equipo), más o
menos entretenido y basta con practicarlo durante media hora para sentir
unos efectos placenteros, relajantes. Razones de sobra para explicar
por qué este próximo domingo más de 28.000 personas unirán corriendo
Behobia y Donostia.
jueves, 7 de noviembre de 2013
La txapela de Marc
Marc Roig, segundo el año pasado, aspira a lograr su primer triunfo en su cuarta participación en 'la Behobia'
Marc Roig guarda en casa una txapela,
pero es de prestado. No se la calaron en ningún podio ni la ganó después
de vencer en alguna de las numerosísimas carreras que se organizan en
Euskal Herria. La txapela es de Dina Bilbao, una de las pioneras del
triatlón, que acostumbraba a participar en la Behobia-San Sebastián y
que desapareció en 1997 tras una tormenta que se desató en el Caribe
cuando realizaba una travesía a bordo de un catamarán junto a Iñigo
Ross.
Durante una visita a su amigo donostiarra Ander Izagirre, Marc
recibió la txapela de manos del tolosarra Josu Iztueta y se propuso
devolverla cuando consiguiera una en propiedad. Y en esas anda. Se ha
propuesto calarse la txapela de la Behobia en su cuarta
participación. Fue tercero en su debut en 2009, décimo en 2010 y segundo
el año pasado con un tiempo de una hora, tres minutos y un segundo, su
mejor marca en los 20 kilómetros que van desde el barrio irundarra al
Boulevard de Donostia. "Saldré a ganar. Noviembre me coge empezando la
temporada y los atletas que tienen objetivos para diciembre y enero
estarán más en forma, pero estoy para pelear por el podio y, si me dejan
una puerta abierta, iré a por la victoria", confiesa el corredor de
Sant Pol de Mar, en el Maresme barcelonés.
Roig se encuentra preparando la temporada invernal de cross, que prolongará con un diezmil
en pista y culminará con un maratón, seguramente el de Estocolmo del 31
de mayo. Durante los cuatro últimos años ha enfocado su preparación
hacia el maratón de Barcelona (en marzo), pero esta vez ha cambiado de
plan con el fin de buscar un registro cercano a las dos horas y quince
minutos (su mejor marca es de 2:18 hace dos años en Barcelona).
El corredor catalán debutó en la Behobia casi por casualidad. Hace unos años acudió como invitado a la media maratón de Goteborg, la célebre GöteborgsVarvet,
la más popular de Europa con 59.000 corredores y más de 200.000
espectadores, y coincidió en el hotel con los organizadores de prueba
guipuzcoana, que suelen acudir a la carrera sueca para tomar ideas.
Entre una caña y otra, los responsables del Fortuna le invitaron a participar en la Behobia...
y la carrera le enganchó. "Nunca había conocido una prueba tan bien
organizada y con tanto público", afirma Roig, la avanzadilla del pelotón
de más de 4.500 catalanes que correrán el domingo. Descontando los más
de 8.000 guipuzcoanos, no hay comunidad que atraiga más populares. En
pocos años la presencia de catalanes se ha multiplicado fruto del
atractivo que supone disputar la carrera y disfrutar de un fin de semana
en Gipuzkoa. Roig es un buen ejemplo. Viajará junto a su mujer y su
hija de dos meses, y en Donostia se unirán sus padres y su hermana, que
reside en Pamplona. "Es un fin de semana perfecto. Hay carreras todos
los fines de semana y es difícil que te acompañen siempre, pero si dices
que vas a San Sebastián, no ponen ningún reparo. Vienen encantados".
Los principales rivales
Pedro Nimo y Chema Martínez
Roig tendrá en Pedro Nimo y Chema Martínez a dos de sus principales rivales. El madrileño, cuatro veces ganador de la Behobia,
llega tras disputar el domingo pasado el maratón de Nueva York, el
último como profesional, en el que acabó en el puesto 31 tras sufrir
como un condenado (2 horas y 28 minutos). "Chema es una incógnita. No
sabes cómo va a recuperar. Después de un maratón como el del domingo, la
destrucción muscular es menor. No has rendido, pero no te has quemado",
explica el corredor barcelonés, que también teme a Nimo. "Debuta. Está
muy bien, según está diciendo en las redes sociales".
Roig es ya un habitual de la carrera, aunque no se ha
prodigado en las pruebas del calendario vasco. Más asiduo al cross que
al asfalto, ganó en 2003 la primera edición del Trofeo Mamo Wolde,
reservado a los junior en el Cross de Elgoibar, ha participado también
varias veces en el cross de Lasarte y disputó en una ocasión la media
maratón Azkoitia-Azpeitia. Pero nunca se ha calado una txapela. La de la Behobia le espera.
Del Interrail a la dote de Kenia
Roig está casado con una keniana y al menos un mes al año entrena junto a atletas del país africano
¡Hace unos
años, recién acabada la carrera de Fisioterapia, Marc Roig se encontró
ante una disyuntiva: resultaba complicado encontrar un empleo en su
especialidad y más aún combinarlo con su intenso plan de entrenamientos.
Así que tiró por la calle de en medio y se embarcó en una aventura que
le cambió la vida. Se desplazó a Eldoret (Kenia) para trabajar como
voluntario con niños que viven en la calle de la mano de la ONG Ex
Street Children. Era la primera vez que viajaba a África. Era febrero de
2009. A aquella estancia de un mes le siguieron visitas más frecuentes
tras entablar amistad con Mercy, la jefa de los voluntarios, que no
tenía vínculos con el atletismo ("No todas las kenianas son atletas,
como no todos los españoles son toreros", dice entre risas). Mercy es
hoy su mujer y la madre de su hija, Paula Jepkogei, nacida el pasado 12
de septiembre. Roig aprovecha sus viajes a Eldoret, la cuna del
atletismo de Kenia que ha alumbrado decenas de medallistas mundiales,
para realizar entrenamientos junto a atletas de altísimo nivel. "Pero
voy bastante a mi bola porque hay que ser prudente. Si corres al nivel
de los kenianos, a la semana estás en la cama hecho polvo", afirma el
atleta de Asics, que en diciembre próximo volverá a Eldoret para
entrenarse durante un mes. Visitará también a su familia africana, que
mantiene intactas tradiciones como la del ritual que precedió a la boda
de Marc y Mercy en la catedral de Eldoret. Liturgias como recibir una
vaca como regalo por parte de los padres de ella durante la pedida de
mano previa al enlace. Una llamativa dote que formaba parte de los
presentes que se intercambiaron ambas familias y que incluía también la
plantación de varios árboles.
Y es que Marc, hijo de la exatleta catalana María Tió, es dado
a la aventura, casi siempre ligada al atletismo. Hace unos años compró
un billete de Interrail, que permite a los jóvenes de hasta 22 años
viajar en tren durante un mes por toda Europa en segunda clase Y sin
límite de desplazamientos. A diferencia de muchos jóvenes fueron de tren
en tren y de fiesta en fiesta, Roig se dedicó a participar en carreras.
Durante 30 días visitó trece países y disputó nueve carreras hasta tal
punto que el viaje le resultó rentable porque ganó un buen puñado de
euros con los premios en metálico. Ganó alguna carrera, hizo varios
podios y en el peor de los casos acabó undécimo. Se las ingenió para
enlazar destinos con ciudades que acogieran carreras ("Fue una ardua
labor de investigación en Internet", recuerda), pero acabó culminando
una singular travesía ferroatlética.
El personaje
· Edad. 29 años· Lugar de nacimiento. Sant Pol de Mar (Barcelona).
· Familia. Casado con Mercy. Es padre de una niña de dos meses.
· Profesión. Trabaja como fisioterapeuta en una clínica de rehabilitación. Es profesor-colaborador de la Universidad de San Jorge en Zaragoza y colabora como articulista en la web www.running.es
· Su blog. carrerasdelmundo.blogspot.com.es
· Carrera profesional. Campeón de España promesa de 10.000 (2005 y 2006), quinto absoluto de maratón (2008), séptimo de Europa promesa de 10.000 (2005), subcampeón de España sub'23 de duatlón (2007) y cuarto del mundo sub'23 de duatlón (2007). Ganador del Trofeo Mamo Wolde del cross de Elgoibar (2003).
· 3.000 m.l. 8.21 (2003).
· 5.000 m.l. 14.09 (2010).
· 10.000 m.l. 29.21 (2007).
· Media maratón. 1h04m57s. (2010)
· Maratón. 2h18m08s (2011).
· 2009. 1h04m16s (tercero).
· 2011. 1h05m36s (décimo).
· 2012. 1h03m01s. (segundo).
viernes, 1 de noviembre de 2013
Cromagnon
Hace una semana mantuve una
amable conversación telefónica (sí, se puede hablar con educación
aunque viendo algunas tertulias televisivas no lo parezca) con una
lectora de este periódico que se quejaba de un titular, a su juicio,
poco afortunado y con connotaciones machistas que habíamos publicado
días atrás. La conversación derivó en un breve debate acerca del papel
que debe desempeñar el hombre para que la igualdad de género sea
efectiva, la responsabilidad de los periodistas a la hora de transmitir
valores vinculados con la igualdad, etcétera. No sé si es políticamente
correcto, pero a uno le chirrían los oídos cuando desde instituciones
públicas y colectivos de mujeres se generaliza al abordar la labor de
los hombres en la conciliación laboral y familiar. Solo hace falta darse
una vuelta por el mundo real para comprobar que en los últimos años se
ha avanzado sobre todo en dos aspectos: la corresponsabilidad en el
cuidado y la atención de los hijos, y la conciliación de trabajo y
familia. A veces parece como si no se hubiera progresado en los últimos
20, 30 o 40 años. Parece que los hombres llegamos a casa, nos sentamos
en el sofá a ver la tele y, mientras nos fumamos un puro, esperamos a
que nuestras mujeres bañen a los niños, planchen una montaña de ropa y
preparen la cena. Cierto es que hay materias y actitudes por superar,
algunas de ellas gravísimas y dramáticas como la violencia machista,
pero el común de los varones no es el hombre de Cromagnon.
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