viernes, 30 de agosto de 2024
Cobaya Jornet
viernes, 23 de agosto de 2024
Tristeza infinita
Dice un amigo que la orografía vasca sería ya perfecta si hubiera media docena de montañas de más de 3.000 metros. No tenemos tresmiles, pero no andamos escasos de montes. El Catálogo de Cimas de Euskal Herria reúne más de 900 repartidas por Araba, Gipuzkoa, Bizkaia, Nafarroa y Lapurdi. Durante años y años, aficionados vascos a la montaña han recorrido, recorren y recorrerán una misma ruta que les lleva de casa al Himalaya. Comienzas, de crío, familiarizándote con los montes de tu entorno. Sigues el camino ascendiendo aquellos que tienen más renombre, ya sean el Txindoki, el Gorbea o el Orhi, y, cuando ya te has curtido, vas a Pirineos y pruebas a subir uno de los 212 tresmiles. A poder ser que sea sencillo, sin dificultad técnica, y acompañado por montañeros con experiencia porque te adentras en terreno de alta montaña y ya solo el nombre impone. De Pirineos, los más experimentados dan el salto a los Alpes, y de los Alpes a la Cordillera Blanca de Perú, al Huascarán o al Alpamayo. El Himalaya suele ser el destino final de esa ruta que comienzas de chaval en casa. A veces, desgraciadamente, la fatalidad se cruza en tu camino porque la montaña es un medio tan atractivo como imprevisible, y en un segundo se pasa de la felicidad inmensa a una tristeza infinita.
domingo, 18 de agosto de 2024
Tasa turística
viernes, 9 de agosto de 2024
A ver, plumilla
Supongo que solo a los periodistas nos sucede que a altas horas de la madrugada, en plenas fiestas patronales, te encuentras con un amigo y te suelta aquello de: “A ver, plumilla, tienes que escribir sobre la jubilación. Los de mi generación estamos hasta la coronilla (él lo dijo con otra palabra y estamos en horario infantil) de trabajar. Empezamos a trabajar en Ibardin con 16 años y no nos dejan jubilarnos antes de los 65. Tienes que escribir de eso”. Así que aquí me tienen. Cumpliendo el mandato y escribiendo sobre la jubilación, asunto al que comienzas a prestar cierta atención cuando la chavalería de casa empieza a volar sola y hace tiempo que no hay letras que pagar. Al amigo que, gintonic en mano, me entró como si esto fuera Change.org, ya le comenté que llevo más de 1.000 Mesas de Redacción publicadas en 19 años y que algún texto sobre jubilación ya he escrito. Pero, en fin, los amigos estamos para esto, los plumillas somos como ONGs, así que aquí dejo su petición por escrito. No recuerdo los argumentos que me aportó para su queja porque, como ya he comentado al principio, eran altas horas de la madrugada, pero seguro que llevaba razón. Algo me dijo de los médicos, de que si ahora la mili cotiza y tal, pero es lo que tienen los combinados, que te impiden recordar al pie de la letra las conversaciones cuando la noche es joven.