Hace 15 años, el 19 de octubre de 2002, el colectivo ¡Basta Ya! convocó una manifestación en Donostia a favor de la Constitución y el Estatuto y “contra el nacionalismo obligatorio”. Así rezaba la pancarta que abría la marcha. Entre los impulsores de aquella movilización y de otras que se sucedieron estaba Mario Vargas Llosa, el de “Puchmón”, “Junqueras” (pronúnciese con J) y “Forradel”. Un Vargas Llosa que el domingo exhibió su habitual ración de inquina hacia el nacionalismo (nada nuevo, por otra parte) rodeado... de banderas de nacionalistas. Pero volvamos a aquella manifestación de 2002. Entonces, como ahora, las cifras que se ofrecían del número de asistentes a las movilizaciones también eran material para la polémica. Y entonces, como ahora, se inflaban sin necesidad. Una manifestación de 30.000 personas en Donostia es una manifestación enorme. Pero no. Como el domingo, se trataba de sacar pecho. Así que, al término de aquella marcha, un portavoz de los convocantes dijo primero que habían asistido unas 80.000 personas , luego que 100.000 y al final lo dejó en 120.000 (150.000, según tituló ABC al día siguiente). No hablo de oídas. Estaba delante de él, como el resto de periodistas que cubríamos la manifestación, escuchando cómo la cifra de asistentes crecía por decenas de miles en menos de un minuto de alocución.
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