Si no han visto Adolescencia y tienen previsto hacerlo, dejen de leer estas líneas, no vaya a ser que les destripemos la serie de moda. Al poco de comenzar el primer capítulo, cuando la Policía irrumpe en el adosado de la familia Miller, lo primero que imagina uno en su ingenuidad es que los uniformados se han equivocado de domicilio. Es imposible que vayan a detener por homicidio a un crío de 13 años, el hijo pequeño de Eddie y Manda. No nos cabe en la cabeza que un chaval mate a una chavala de su misma edad, aunque la realidad casi siempre supera a la ficción. En Inglaterra, donde se ubica la serie, Jon Venables y Robert Thompson, dos niños de 10 años, asesinaron en 1993 a un niño de dos, James Bulger, tras secuestrarlo y torturarlo en un centro comercial de Liverpool. Más allá de la tragedia que supone el asesinato de una adolescente a manos de otro adolescente, la serie lleva al espectador a que se cuestione sobre la toxicidad que invade las redes sociales y la relaciones entre los jóvenes, móvil en mano. También sobre el papel que juegan la familia, el colegio o los amigos en una etapa de tantos vaivenes como la adolescencia. Al acabar la serie, hay una escena que te martillea. “¿Cómo la criamos a ella?”, le pregunta el padre a la madre en alusión a la hermana mayor del protagonista. “Igual que a él”, le contesta la madre.
viernes, 28 de marzo de 2025
sábado, 22 de marzo de 2025
Skimo
En su afán por atraer a las nuevas generaciones, en los Juegos Olímpicos de invierno de 2026, que se celebrarán en Milán y Cortina d’Ampezzo, el COI estrenará una nueva modalidad: el esquí de montaña, bautizado como skimo. No será una competición al uso porque una prueba de esquí de montaña (también llamado de travesía) habitualmente se disputa por parajes de difícil acceso, dura dos o tres horas, se utilizan crampones y se recorren sus buenos kilómetros. Como en todo, este deporte se ha adaptado a los nuevos tiempos y ahora causa furor la modalidad de sprint. Se trata de una competición llamativa, muy explosiva y creada para ser retransmitida por televisión. Es series de seis esquiadores, se van disputando mangas por un circuito muy corto que combina una subida con esquís por una zona de rombos, otra en la que se llevan los esquís en la mochila mientras se patea, otro repecho haciendo zetas y un pequeño descenso hasta la meta. Todo en apenas tres minutos. Como no podía ser de otra manera, hay un guipuzcoano que destaca en la Copa del Mundo: Iñigo Martínez de Albornoz, séptimo del mundo en la modalidad de sprint. Hace siete años, en una entrevista con este periódico, el bueno de Iñigo pensaba que nunca disputaría unos JJOO (“Si el esquí de montaña entra en el programa de los Juegos Olímpicos, me pillará lejos”, dijo entonces), y al final va a resultar que su sueño se convierte en realidad.
viernes, 14 de marzo de 2025
Enfurruñado Elorza
Odón Elorza fue proclamado alcalde de Donostia en junio de 1991 de una manera inesperada. El PSE había sido la tercera fuerza más votada, pero los socialistas, el PNV (quinta fuerza entonces) y PP (cuarta) sumaron sus votos para impedir que Xabier Albistur (EA) continura otros cuatro años al frente del Ayuntamiento. Elorza permaneció en el cargo durante 20 años y se puede decir que hay consenso en que parte de lo que hoy es la ciudad, para bien y para mal, lleva su sello, personal e intransferible. En 2011, otra vez de manera inesperada, Elorza perdió las elecciones. Esta vez ni PNV ni PP estaban por la labor de mantener a Elorza en el poder, por lo que la fuerza más votada, EH Bildu con Juan Karlos Izagirre a la cabeza, se hizo con la Alcaldía. Desde que dejó el edificio de la calle Ijentea, salvo algún recordado discurso en el Congreso, su protagonismo ha ido decayendo hasta caer a la cota 0. Perdió influencia en el partido y hasta perdió unas primarias. En los últimos meses anda enfurruñado con el proyecto de construcción de un centro comercial en el Cerro de San Bartolomé. Es el mismo Elorza que prometió el oro y el moro con el proyecto de modernización del mercado de San Martín, sí, ese lugar que, si por algo destaca, es por los miles de metros cuadrados que ocupan dos multinacionales. El resto, filfa.
viernes, 7 de marzo de 2025
Aprender a aburrirnos
Hace unos días, en un grupo de WhatsApp, una de las integrantes, inocente ella, tuvo a bien lanzar el siguiente plan: “El finde del 5-6 abril, ¿como lo tenéis para hacer una salida al monte y una comida?”. El grupo está formado por once personas, así que tampoco es que estemos hablando de poner de acuerdo al Congreso de los Diputados. Como ya en esa primera fecha había quien no podía acudir a la cita, comenzó un intercambio de fechas, findes y propuestas que se alargó durante cerca de 40 minutos. Uno tenía comida en una sidrería, otro un viaje de fin de semana de conciertos en Madrid, un tercero trabajaba, otra corría una carrera, otro más se había comprometido como voluntario en una prueba ciclista. Un sin parar de fines de semana. Hemos llegado a un punto en el que no solo estamos atados a mil compromisos en el trabajo, sino también en nuestro tiempo libre. Como ahora a todo le ponemos nombre, este fenómeno se denomina Síndrome de la vida ocupada, y se manifiesta (se lo digo por si lo padece y no se ha dado cuenta. Gracias, no hay de qué) porque convertimos el ocio en una tarea más, perdemos memoria y concentración, y sufrimos (más) estrés. Pensamos que disfrutamos de una vida plena porque siempre estamos ocupados, cuando en realidad deberíamos aprender a aburrirnos.
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