miércoles, 2 de enero de 2013

Premier League

El partido de esta noche entre el Newcastle y el Everton pondrán fin a la fiesta del fútbol que se vive cada Navidad en Inglaterra. Desde el 22 de diciembre hasta hoy, se habrán jugado tres jornadas de Liga sin importar si el calendario marcaba un cita en rojo o si los futbolistas (sobre todo los extranjeros) necesitaban disfrutar de estas fechas con sus familias. Ha habido competición los días 22, 23, 26, 29 y 30 de diciembre, ayer hubo fútbol y hoy hay más fútbol. Y no solo en la Premier League. También en la League Championship (la Segunda División), en la League One y en la League Two. Lo mismo sucede en Escocia. La Liga española paró el 22 de diciembre y no se reanuda hasta este próximo viernes, es decir, once días sin actividad en los días del año en los que las familias más tiempo dedican al ocio con sus hijos. La Premier League y la Liga son como la noche y el día. Mientras en las islas respetan y satisfacen al cliente (espectador), en la piel de toro el hincha es el último mono de la feria. Sobra decir que durante estas dos semanas de sobredosis de partidos, los estadios ingleses están a tope de público y que esa estampa de gradas atestadas de aficionados son su mejor tarjeta de presentación en el extranjero. Que los british saben manejar como nadie el escaparate de marketing que ofrece el deporte lo pudimos comprobar durante los últimos Juegos de Londres. Tres cuartos de lo mismo sucede en la NBA, que programó para el día de Navidad los mejores partidos -incluido el Knicks-Lakers-. Aquí no, aquí la Liga acabará programando partidos un lunes a medianoche. Al tiempo.

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