Para unos cuantos irundarras, el año acaba el 31 de mayo y empieza el 1 de junio. Y no es vacile. Hay calendarios de mano que lo atestiguan y que muestran que en Irun el primer mes del año es junio y el último, mayo. Para muchos pamploneses, el año se reduce al periodo comprendido entre el mediodía del 6 de julio y la medianoche del 14 de julio. El resto consiste en sobrevivir. Y para un tolosarra, el calendario bien podría acabar con el Miércoles de Ceniza. Calendarios. El que nos rige acaba hoy, cuando arranquemos la última hoja de diciembre. Avasallados por balances y resúmenes de 2010, ahí van tres o cuatro predicciones sin mucho ton y poco son, a pocas horas de saludar a 2011. 1) Como diría un tertuliano de pro, para el próximo año hay un "dato objetivo": Odón Elorza volverá a ganar las elecciones, pero solo unas semanas después se llevará su primer gran disgusto porque Donostia no será elegida Capital Europea de la Cultura en 2016. Verbigracia, la distinción recaerá en Córdoba. 2) No sabemos quién será el nuevo inquilino del Palacio Foral de la Plaza de Gipuzkoa, pero sí que su nombre de pila empieza por M. 3) Los papeles de Wikileaks desvelarán los misterios sin resolver del incendio de la torre de Errotaburu. 4) En su afán por llamar la atención como sea, los candidatos del PP se tirarán en parapente desde Igeldo. 5) EEUU seguirá sin encontrar a Bin Laden, probablemente porque no existe. Sean felices.
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