Indurain era (y es) parco en palabras, pero casi siempre solía hablar en plural mayestático. Dicen que lo hacía para realzar el apoyo que recibía de sus compañeros. Hoy usaremos en esta columna el plural mayestático, pero porque nos da la gana. En enero de 2018 nos propusimos subir un monte cada mes durante un año con dos premisas: que la salida y llegada fuera desde una población, y que no resultara muy exigente. El año pasado subimos doce y este año, otros doce. En enero, con una chupa de agua considerable, tachamos de la lista Jaizkibel desde Pasai Donibane. En febrero pisamos el Hautza desde Erratzu; en marzo, también con mal tiempo, el Txurregi, partiendo de Ilzarbe, en el navarro valle de Ollo; y en abril, Izazpi desde Zumarraga. El Ganbo, en Aralar, fue el escogido en mayo, saliendo desde Amezketa. Con el calor de julio llegó la hora de subir al Saioa, en Baztan, desde Almandoz, atravesando el Camino de Santiago. En agostó tocó el Mondarrain desde Itxassou. Uno de los grandes, Gorbeia, cayó una mañana espléndida de septiembre tras caminar desde Zuia (Araba). El tiempo siguió sonriendo en octubre en Artzamendi, el techo de Lapurdi, pero se torció en noviembre en el Irimo desde Urretxu. Y, por fin, hace unos días, desde Ardanaz de Izagaondoa subimos a Itzaga, una atalaya privilegiada de la comarca de Iruña. En 2020, otros doce.
sábado, 28 de diciembre de 2019
sábado, 21 de diciembre de 2019
Cordada
La chaqueta que protegía a Martin Zabaleta cuando ascendió al Everest, las botas que Juanito Oiarzabal utilizó en 2004 en el K-2 y los crampones que usó Pili Ganuza en los 60 y 70 en el Montblanc y el Cervino. Son solo tres de los objetos históricos que Emmoa-Fundación Museo del Montañismo Vasco guarda en su sede provisional del polideportivo Zuhaizti de Donostia. Los promotores del museo iniciaron hace ya varios meses una larga travesía con la meta de conseguir que el legado de la historia del montañismo vasco se pueda mostrar al público de manera permanente en un espacio del estadio de Anoeta. Como en las expediciones al Himalaya, primero se enfrentan a trabas burocráticas y, al mismo tiempo, para alcanzar la cima necesitan formar una cordada que les lleve a lo más alto. La semana pasada se dio a conocer la campaña que han iniciado para recabar apoyos, no solo económicos, sino también en labores de voluntariado, de patrocinio o mediante la donación de material histórico. Desde 20 euros al año hasta el infinito, Emmoa impulsa un proyecto que sirva de refugio al patrimonio del montañismo vasco. También a través de un reto fotográfico que consiste en colgar en las redes sociales (con las etiquetas #Únete a la cordada #LotuGureSokara) una foto de nuestros recuerdos en la montaña. Un reto que incluye jugosos regalos y que está abierto hasta el 27 de diciembre.
viernes, 13 de diciembre de 2019
El succionador
Hay una receta infalible para que una comida o una cena de tantas que llegan a partir de la próxima semana no acabe en trifulca: hablen de sexo. En las tertulias de sobremesa de mi familia política (¿se sigue llamando así?) solo hablamos de dos temas: ciclismo y sexo;tanto monta, monta tanto. El otro día le dimos al sexo, hablando, digo. Y salió a la palestra el aparato de moda: succionador de clítoris se llama. Hagan una búsqueda en Google y salen 1,6 millones de resultados. Una revolución sexual, a decir de muchas de las que lo han probado. Fue el regalo estrella del Black Fridayy el Cyber Monday, y lo será en navidades y lo que se tercie. Un artilugio de esos que te hacen alcanzar el séptimo cielo, a decir de los testimonios. Llúcia Ramis, periodista de La Vanguardia, contaba hace unos días su experiencia con el Satisfyer, que, creo, es el modelo más común en el mercado: “Si estás tensa o estresada, sacas el succionador, te lo acercas a los genitales, y en un par de minutos, puedes seguir con lo tuyo (...). Es más bien un relajante, una alegría exprés”. Otra relataba que, en una de esas, llegó a tal éxtasis que el dichoso aparato voló por los aires. Si es que alguna vez lo fuimos, hemos dejado de ser imprescindibles.
lunes, 9 de diciembre de 2019
De ‘Ran’ a ‘Star Wars’
No he visto ni la precuela ni la secuela ni las trilogías de Star Wars, más conocida por estas tierras como La guerra de las galaxias. Si quiero ver la nueva entrega que avanzaba ayer nuestro compañero Harri Fernández, ya me puedo dar prisa por ver del tirón las ocho anteriores porque el noveno capítulo (o como se diga) llegará a Donostia, como se decía antes, en primicia, el 18 de diciembre. En realidad, no consumo películas de ciencia ficción. Tampoco películas de terror y se me atraganta el cine asiático. Debe ser alguna tara mental. Lo del cine asiático viene de lejos, desde que en 1985 me llevaron al cine Bidasoa de Irun a ver Ran, de Akira Kurosawa. Ya saben, una obra maestra. Me sucedió también con otra de esas que califican de películas sublimes, aunque en este caso europea: Rompiendo las olas, de Lars von Trier. Una tortura. Y hace unos meses me pasó algo parecido con Roma, de Alfonso Cuarón. A veces las expectativas que se crean son proporcionales a la decepción que te llevas. Sucede lo mismo con los libros. He leído tanto en la prensa sobre Patria que me da una pereza terrible leer el libro. Así que haré lo que se hace en estos casos: ver la serie. Pero ya que hablamos de películas y libros, les recomiendo uno: Quizás vivir sea esto, de Jorge Egocheaga.
sábado, 30 de noviembre de 2019
El CO2 de la Eurocámara
Por 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones, la Eurocámara dio luz verde ayer a una resolución en la que declara la situación de “emergencia climática y medioambiental”, y reclama medidas urgentes a la Comisión Europea, a los gobiernos de la UE y a “todos los agentes mundiales”. La primera medida la puede adoptar en su propia casa. O casas, habría que decir. El Parlamento Europeo tiene tres sedes (Estrasburgo, Bruselas y Luxemburgo) que nos cuestan un ojo de la cara. Unos 120 millones de euros al año. En más de una ocasión se ha planteado unificar en Bruselas las tres sedes, una decisión que debería pasar por encima del cadáver de Francia, que defiende a muerte el estatus de Estrasburgo, símbolo además de la reconciliación europea. El caso es que, metidos en harina, la triple sede de la UE no solo tiene un coste económico astronómico sino también medioambiental. Se estima que los viajes (en primera clase, faltaría más) de los 751 eurodiputados entre Bruselas y Estrasburgo (trabajan tres semanas en la capital belga, de lunes a jueves, y una semana en la ciudad alsaciana) suponen al menos 11.000 toneladas de emisiones de CO2. Así que ya saben sus euroseñorías por dónde empezar a combatir el cambio climático.
viernes, 22 de noviembre de 2019
O nosotros, o el caos
O nosotros, o el caos. En los últimos tiempos, los partidos políticos no admiten derrotas en las urnas y menos aún que les descabalguen de instituciones que han gobernado desde que tienen uso de razón. El establishment,los del todo atado y bien atado, no aceptan otro resultado que no sea la victoria. Si pierden, anuncian el apocalipsis y cargan con todo. Recuerden la llegada del cuatripartito al Gobierno de Navarra y la de miles de empresas que la derechona nos anunció que se iban a marchar del otrora reino. Luego están los medios mamporreros del poder, que todas las mañanas nos sirven titulares que no aguantan la mirada. Pongamos por caso el acuerdo PSOE-Unidas Podemos y repasemos recientes titulares de portada del periódico Expansión. Lunes 11 de noviembre (tras las elecciones): PSOE y PP, forzados a pactar. Martes 12 de noviembre (cuando aún no se conocía el acuerdo): Inversores y empresarios piden un acuerdo PSOE-PP. Miércoles 13 de noviembre (tras el pacto PSOE-Podemos): Alarma en la economía. Jueves 14 de noviembre: Los inversores buscan refugio ante la amenaza fiscal. Viernes 15 de noviembre: Las empresas adelantan ajustes de plantilla. Sábado 16 de noviembre: Dónde invertir con la incertidumbre. Y así todo.
sábado, 16 de noviembre de 2019
¿Dónde esta el problema?
Nada mejor que rebatir con datos a quienes desde las redes sociales insisten en que Donostia prácticamente celebra cada fin de semana carreras populares que, por lo visto, colapsan el centro de la ciudad durante horas. Salvo excepciones, la mayoría de las pruebas se disputan los domingos por la mañana, el día de la semana con menos tráfico y menos afecciones. Eso pasa aquí y en Bollullos Par del Condado. El año 2019 tiene 52 domingos. La capital de Gipuzkoa acoge cada año (cifra arriba, cifra abajo) unas 35 carreras populares. De esa treintena de carreras, doce transcurren por el centro y el resto se desarrollan en barrios o en zonas donde no afectan a la circulación de vehículos. De esa docena de pruebas con recorridos por el centro de Donostia, solo cuatro duran más de dos horas (el maratón, la Behobia, la Clásica de 15 kilómetros y la media maratón de primavera). Por imperativo legal, ninguna carrera puede comenzar más tarde de las 10.00 horas, precisamente para que la ciudad recupere la normalidad lo antes posible. Si el año tiene 52 domingos, solo hay doce carreras que transcurren por calles del centro de la ciudad y solo cuatro duran más de dos horas, pregunto: ¿Dónde está el problema?
viernes, 8 de noviembre de 2019
30 años no es nada
En 1990 tenía más kilos, más pelo (o, al menos, mejor distribuido) y un futuro sin definir. 19 añitos. En 2019 tengo menos kilos, menos pelo y un futuro más o menos definido. A los 48 años no sabes si eres joven o eres viejo, estás en tierra de nadie. Ni frío ni calor. Por alguna razón que se me escapa, aquel noviembre de 1990 me apunté a la Behobia. Éramos poco más de 4.000 en la salida, que estaba situada un kilómetro antes que la actual. No tengo fotos ni casi recuerdos de aquella mañana. Guardo el dorsal, que encontré el otro día en una carpeta de los tiempos de la uni. Tan solo recuerdo que hice la Behobia con un amigo que iba escuchando la retransmisión de la carrera con unos auriculares. A la altura de los toboganes de Lezo, me informó de que el primero ya había llegado a la calle Ijentea (la meta entonces no era en el Boulevard). Después de aquella experiencia llegó otra, y otra, y otra, y otra... Así hasta 29 veces. Qué necesidad, dirán. Ninguna. Han pasado 30 años pero, en esencia, nada ha cambiado. Bastan unas zapatillas, un par de calcetines, un pantalón y una camiseta para correr. El resto lo hace el público. Un pasillo humano que te hace sentirte durante un par de horas el tipo más feliz del mundo. Pues eso, que como decía el tango, 30 años no es nada. (¿O eran 20?).
viernes, 25 de octubre de 2019
Nostálgicos
España debe ser el único país del mundo en el que a los fascistas se les llama nostálgicos. Como si se tratara de los fans de un cantante fallecido hace décadas. Debe ser también el único país que tilda de “anomalía” el hecho de que durante 44 años se haya exaltado con dinero público a un dictador en un mastodóntico mausoleo levantado por sus víctimas. Es también el único país del mundo en el que recordar a más de 100.000 asesinados que yacen en las cunetas es tildado por los de siempre como un “raca raca” (“todo el día con la guerra del abuelo y las fosas”, dijo hace unos años Pablo Casado). El PP de Casado que, junto a su muleta, Ciudadanos, se puso de perfil y se abstuvo cuando se modificó la ley de memoria histórica que permitió ayer exhumar a Franco. España tiene el dudoso honor de ser el segundo país del mundo con más fosas comunes. Solo le supera la Camboya de Pol Pot. 44 años después, hubo que asistir ayer a un espectáculo (no tiene otro nombre) lamentable. Una absoluta falta de respeto a las miles de víctimas del genocida entre 1936 y 1975. Solo faltaron las salvas militares. Sirva al menos la exhumación como primer paso al que deben seguir unos cuantos más. Por ejemplo, la devolución por parte de la familia Franco de todos los bienes de los que se apropió ilegalmente y, sobre todo, la reparación, con dignidad y justicia, a las miles de víctimas del sátrapa.
sábado, 19 de octubre de 2019
Los peros a Kipchoge
Una preparación de cinco meses con sesiones dobles a ese ritmo que solo soportan los corredores africanos, una vida espartana (visitaba a su familia solo los fines de semana), una dieta estricta, una resistencia al sufrimiento poco común, incluso entre deportistas de elite... pero lo importante eran las zapatillas. Reducir el mérito de la marca de Eliud Kipchoge a que usó un calzado que parece que te hace volar es mucho reducir. De todos los peros que se le pueden poner al registro del keniano, me quedo con tres. 1) El circuito no estaba homologado. Nada hace pensar que el trazado no midiera 42 kilómetros y 195 metros, pero tampoco lo contrario. 2) La bebida se la daban en mano desde las bicis, cuando se calcula que en un maratón ordinario se puede llegar a perder unos 15 segundos en cada avituallamiento. 3) No hubo control antidopaje. Cuesta creer que una exhibición en la que los patrocinadores invirtieron doce millones de euros no incluyera una prueba imprescindible para no alimentar las sospechas. Peros al margen y olvidándonos del marketing que envuelve la marca de Kipchoge, es para quitarse la txapela que un tipo corra 42 kilómetros a 21 km/h. Hagan un intento durante unos pocos metros y verán que es extraordinario.
viernes, 11 de octubre de 2019
Siete años y medio
“Ningún acusado estará en la cárcel más de siete años y medio”. De esta guisa concluía ayer la crónica que publicó El País para dar cuenta de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso Altsasu. Hay que leerlo dos veces: siete años y medio de cárcel por una pelea en un bar que se saldó con la fractura de un tobillo de un guardia civil. Decir que las penas son desproporcionadas es quedarse corto. Todo en este proceso ha sido desproporcionado desde que trascendieron los hechos: la acusación de un delito de terrorismo, el traslado del caso a la Audiencia Nacional en detrimento de la Audiencia de Navarra, la extensión de la prisión preventiva hasta límites extremos o la tipificación de los delitos para que las penas fueran máximas. Por no hablar del proceso paralelo que se emprendió desde determinados partidos políticos y determinados medios de comunicación. Lo que debió ser juzgado como lo que fue (una pelea) ha derivado en un despropósito judicial que el Supremo ha corregido a su manera (sin soliviantar a la Audiencia Nacional) y sin entrar en lo sustancial: la desproporción entre el delito y las penas. Los tribunales europeos posiblemente enmendarán la plana a los jueces españoles, pero entonces ya será tarde. Como tantas veces.
viernes, 4 de octubre de 2019
Snowboard en Etiopía
Organizar un Mundial de atletismo en Catar es tan disparatado como celebrar una prueba de la Copa del Mundo de snowboard en Etiopía. No ha lugar. Es estrambótico, un disparate. Hay dos argumentos de peso. Uno: las altas temperaturas y la humedad provocan que no se den las mínimas condiciones para practicar atletismo de alta competición. Y dos: no hay público, un ingrediente esencial en todo espectáculo deportivo que se precie. El flamante estadio Khalifa, con capacidad para 45.000 espectadores, está adornado con enormes lonas para tratar de disimular la ausencia de espectadores. Se han vendido un 10% de las 450.000 entradas disponibles. En medio de la opulencia de un país que no es ejemplo de nada, los obreros etíopes que construyen los rascacielos y que viven en la periferia de Doha en condiciones deplorables son de los pocos que dan vidilla a un Mundial en el que su país se ha colgado ya tres medallas. Con el talonario de los petrodólares y a golpe de compra de votos y voluntades de directivos deportivos corruptos, Catar se hizo con el Mundial de atletismo y organizará también el de fútbol en 2022 y el de natación en 2023. En 2015 ya acogió el de balonmano y consiguió la medalla de plata en un equipo con 15 jugadores nacionalizados (la mayoría serbios). Por comprar, hasta compraron a la peña Furia Conquense de Cuenca para que animara a la selección catarí.
sábado, 28 de septiembre de 2019
Tenga, su tique
El otro día tomé un zurito en la barra de un bar de Hondarribia y el camarero, tras cobrarme, me entregó las vueltas y el tique con el importe de la consumición (1,30 euros, si no recuerdo mal). Esta práctica es cada vez más común en todo tipo de establecimientos y solo toca aplaudirla. Eso sí. No es lo mismo tomar una consumición en la barra de un local hostelero que en la terraza. Y no hablo de precios. Por razones que se me escapan, cuando lo haces en la barra a veces no recibes tique y, cuando lo haces en la terraza, casi siempre sí. Misterios de la ciencia. Las diputaciones forales trabajan desde hace cuatro años en un plan para que el control telemático de las facturas se implante de manera generalizada en todas las empresas, sean del tipo y tamaño que sean. Tras descubrir en las inspecciones que el 90% de las compañías minoristas alteraban el software de sus cajas registradoras para no computar algunas ventas y escapar del fisco, las haciendas se pusieron manos a la obra. Las diputaciones quieren que con cada compra se extienda su correspondiente tique. Así que preparen la cartera para guardar el recibo del pan, el periódico, la frutería, el café, la carnicería, la peluquería, el dentista, la pescadería, el bus, la OTA y la txozna.
martes, 24 de septiembre de 2019
Opinar de oídas
Alejandro Amenábar recibió el pasado fin de semana un aluvión de palos después del estreno de Mientras dure la guerra, su última película. Nada fuera de lo común tratándose de una materia como un filme, que a unos gustará y a otros decepcionará... si no fuese porque buena parte de las críticas eran de personas que no habían visto ni un solo segundo de la película. Opinar de oídas es un deporte nacional. En los últimos tiempos, con la irrupción de las redes sociales, es el pasatiempo favorito de esos que llaman haters. Dan cera no solo al creador, en este caso Amenábar, sino a quien publica un tuit digamos que elogioso sobre el filme. Los haters son los tertulianos 4.0. Las opiniones de oídas abarcan todos los ámbitos. En el de la prensa escrita, por ejemplo, no diré que es habitual pero sí que ocurre a veces que una persona llama a la redacción para quejarse de una noticia... que ni siquiera ha leído. Generalmente, se lo ha contado un amigo. O un asesor, si hablamos de políticos. Pues eso, que si van a criticar a Sergio Ramos, vean primero la serie o lo que sea sobre su vida que emite Amazon. Simplemente, para confirmar que es el bodrio hortera que sospechaban. Así no tendrán que opinar de oídas.
domingo, 22 de septiembre de 2019
Decálogo de la montaña
Nos encanta presumir del paisaje que nos rodea. Montes, prados, mar y caminos configuran la postal de este país, que se vende sola. Podemos fardar de lugares bucólicos gracias a la labor de, entre otros, los baserritarras, que se afanan en cuidar el entorno natural. Más del 80% del medio rural de Gipuzkoa es de propiedad privada. En los últimos tiempos, la convivencia entre quienes viven, trabajan y protegen la naturaleza y quienes acudimos a ella solo para nuestro disfrute está resultando en algunos casos conflictiva. La Federación Guipuzcoana de Montañismo y la Diputación han puesto en marcha un decálogo de buenas prácticas que es puro sentido común pero que no está de más poner negro sobre blanco. 1. Si vas al monte, trata de usar el transporte público. Si no es posible, aparca en los parkings habilitados. 2. Respeta las normas de los Espacios Naturales Protegidos. 3. Sigue rutas señalizadas y evita los terrenos particulares. 4. Si atraviesas una barrera, déjala siempre cerrada. 5. Si vas con el perro, llévalo atado. 6. Si circulas en bici, reduce la velocidad al pasar por los caseríos y al cruzarte con peatones. 7. Si te encuentras con trabajadores forestales, no obstaculices su labor. 8. No recojas frutos de los árboles sin autorización. 9. Deja todo como si no hubieras pasado. 10. Ayuda a impulsar las economías rurales.
sábado, 14 de septiembre de 2019
Patrocinar Anoeta
El remozado Anoeta estrena mañana apellido. Un apellido que al principio era largo, pero que al final es corto y queda apañadito. Para alguien no muy puesto en aseguradoras, el apellido puede resultar hasta confuso porque de Real a Reale solo hay una ede diferencia. La Real se suma a una tendencia que desde hace años se impone en el deporte: esponsorizar el continente y el contenido de los clubes. En este caso, se trata de rebautizar el nombre del estadio y asociarlo con el de una marca comercial. Ya saben aquello de que por mi dinero, emparento con quien quiero, así que los euros mandan. Dos millones por temporada durante seis años no son moco de pavo. No es nuevo por estos lares que se renombre una instalación deportiva. Con más pena que gloria, hace unos el Gobierno municipal de Odón Elorza decidió que Illunbe se denominara Donostia 2016 Illunbe para dar un empujón a la candidatura de la capitalidad cultural europea. En otros lares, Madrid, por ejemplo, hace tiempo que teatros, pabellones deportivos y hasta estaciones de metro llevan aparejado el nombre de una casa comercial. Así que no se extrañen si en unos años rebautizan el Kursaal, Tabakalera, el Aquarium, el Victoria Eugenia y hasta el marco incomparable. Patrocinado por Nikon, por supuesto.
viernes, 6 de septiembre de 2019
Euskadi-Murias
Si se cumplen las previsiones más optimistas, Euskadi-Murias anunciará este mes una noticia aún mejor que la soberbia victoria de Mikel Iturria en Urdazubi. Jon Odriozola, mánager deportivo del equipo, no soltó prenda en la entrevista que concedió en agosto a este periódico, pero en el trasfondo de sus palabras se deduce que podría llegar un nuevo patrocinador que permitiría a la escuadra dar un salto de calidad. Manchado durante años por los casos de dopaje, el ciclismo parece que va saliendo de la crisis de reputación y de espónsors. Sin público que abone una entrada y sin recibir un euro por los derechos de televisión, se trata de un deporte que se tiene que ganar las alubias ejerciendo de embajador de la marca o marcas de turno que luzcan los corredores en culottes y maillots. La fórmula parece que funciona. El Bora-Hansgrohe, que ingresó en la elite mundial del ciclismo hace solo tres años con Peter Sagan como tarjeta de visita, es el mejor ejemplo. El retorno económico que ha supuesto las victorias del equipo alemán para las dos marcas ha sido enorme. Solo en el caso de Hansgrohe (mire su alcachofa de la ducha, puede que sea de esta casa comercial), ha crecido un 30% gracias a su notoriedad en el ciclismo. El Euskadi-Murias, que ha ido creciendo pasito a pasito, no sería una excepción, con el añadido de que detrás tiene un sustento de un valor incalculable: una afición identificada con sus colores.
lunes, 2 de septiembre de 2019
Liarla parda
Es difícil no sentir empatía con ese pobre chaval que hace unos días, al salir del baño en el aeropuerto de Múnich, se equivocó de acceso, pulsó la alarma de seguridad que no debía y la lió parda. Quienes podemos escribir un libro con meteduras de pata de todos los tamaños, nos sentimos identificados. Servidor, por ejemplo, es un consumado especialista en echar la gasolina equivocada en el coche. Diésel donde había que poner gasolina, y al revés. De ahí que cuando alguna vez pido un coche prestado, su dueño lo primero que me recalca es el tipo de combustible que consume. Por no hablar de los cajeros, endemoniados aparatos que están configurados de manera que lo último que te entregan es el dinero. Es normal que alguna vez se te olvide recogerlo. Como el móvil, que lo puedes dejar olvidado en cualquier lado. En el capó del coche, por ejemplo, después de estar hablando con un vecino sobre lo divino y lo humano. Te lo dejas ahí arriba, en el techo, y circulas un kilómetro hasta casa sin que milagrosamente el móvil bese el suelo. O cómo no olvidar aquel día que compré una de esa cafeteras que anuncia elClooney. Se la regalé a un familiar y a las horas me llamó. Dentro de la caja no había nada: había comprado la cafetera que estaba de muestra en la estantería de la tienda. Tierra, trágame.
viernes, 30 de agosto de 2019
Sangría maison
El dueño de La cave des barons de Ezpeleta contaba el otro día en el periódico La Dépêche que, durante la visita que las mujeres de los gerifaltes del G-7 hicieron a su establecimiento, les sirvió sangría. Lo curioso del caso es que, si se observan las fotos del brindis, es difícil apreciar que se trata de sangría porque asociamos esta bebida a un color oscuro y, sin embargo, en las imágenes el líquido es blanco. Sangría, por cierto, que bebieron en vasos de txikito, esos vasos en los que antes te servían los zuritos, llamados ahora zuritos aunque sean una caña de cerveza de toda la vida. Y vasos, los de La cave des barons, por cierto, adornados con un lauburu y una ikurriña (lo pueden ver en San Google). El caso es que, puestos a mezclar vino, azúcar, limones y naranjas, en Iparralde no se andan con chiquitas. Y la sangría, tan denostada a este lado de la muga, se bebe más allá del Bidasoa con vino tinto, rosado y blanco, de aquí que la que probaron las consortes fuera de color claro. Era, para más señas, sangría de la marca Bipero (acrónimo de biper gorri y apéro, aperitivo en francés) que, cómo no, contiene también una pizca de pimiento dulce de Ezpeleta. Nada que ver con la que se vende en los establecimientos de la muga, con esa llamativa cartelería que llama al cliente a probar la sangría maison.
viernes, 23 de agosto de 2019
El alcalde de Biarritz
La estación de tren está cerrada. También la de autobuses. El aeropuerto, más de lo mismo. No abren las bibliotecas, ni los museos, ni las piscinas municipales, ni siquiera la Cámara de Comercio. Los vecinos que residen en las zonas más cercanas al litoral deben salir de casa con una acreditación, como quien lleva el carné de identidad en la boca. Está cerrado el acceso a la Grande Plage. Prohibidas las manifestaciones. El tráfico al centro de la ciudad está cortado. No se puede sacar dinero de los cajeros desde ayer. La oficina de turismo, al menos la de Baiona, tampoco abre las puertas. Pero el muy cachondo alcalde de Biarritz, Michel Veunac, pide a los comerciantes que no cierren sus establecimientos y que reine la normalidad, que Biarritz no se escribe con b de búnker. Pocos acontecimientos como el G-7 nos muestran la infinita distancia, en todos los sentidos, que hay entre las elites políticas y el populacho. Nunca siete personas dieron tanto la murga. 36 millones de euros cuesta la broma, solo en lo que se refiere a la factura que paga Francia, incluido el apabullante despliegue policial y militar por tierra, mar y aire. Como diría aquel, el lunes por la tarde, cuando por fin dejen Biarritz, diremos aquello de tanta paz llevéis, como descanso dejáis.
viernes, 16 de agosto de 2019
Pasar por el aro
Las acusaciones contra Plácido Domingo por presunto acoso sexual a nueve mujeres han concidido en el tiempo con el final de la miniserie La voz más alta, que retrata el ascenso y caída del fallecido Roger Ailes, el todopoderoso presidente de Fox News que vejó a periodistas y trabajadoras de la conservadora cadena de televisión para satisfacer sus deseos sexuales. El caso Ailes nunca llegó a juicio porque este hombre que encumbró a presidentes republicanos de EEUU, desde Nixon y Reagan a Bush y Trump, murió pocos meses después de que la expresentadora Gretchen Carlson presentara una demanda de acoso (con grabaciones) y de que la revista New York ofreciera más testimonios de abusos sexuales del ejecutivo a mujeres. Caso tras caso, sea Ailes, Kevin Spacey o Harvey Weinstein, se repite el mismo patrón: hombres que utilizan su ilimitado poder para conseguir favores sexuales ante mujeres en inferioridad. Las investigaciones determinarán si Plácido Domingo se valió de su poder para abusar de mujeres, pero escudarse en que los valores de hoy no son los mismos que los de hace años no se sostiene. Ese pasar por el aro con el que muchos hombres han sometido la voluntad de las mujeres durante años era condenable entonces y mucho más ahora.
martes, 13 de agosto de 2019
'Bizipoz'
Hay deportistas que ganan infinidad de títulos pero no tienen empatía con los aficionados, eso que llamamos carisma. Otros, en cambio, nunca logran triunfos pero se hacen querer y generan buen rollo allí donde van. En el palmarés de Markel Irizar solo figuran dos triunfos en 16 años de profesional y ambos se pierden en el túnel del tiempo: la Vuelta a Andalucía de 2011 y una etapa contrarreloj del Tour de Poitou Charentes et de la Vienne de 2010. Y, sin embargo, el sábado, primero en la Clásica y luego en su localidad natal de Oñati, se despidió como un campeón. Irizar ha sido un doméstico de lujo para las figuras, ya fuera en uno de los monumentos ciclistas o en una gran vuelta (corrió 21). Un tipo sano, en todos los sentidos de la palabra, que te echa un cable aunque no le conozcas de nada. Hace unos años, un amigo sufría un problema similar al que padeció Markel cuando le diagnosticaron un cáncer de testículos. El jefe de prensa del equipo en el que corría entonces el oñatiarra me facilitó su teléfono. Le envié un mensaje para pedirle palabras de ánimo para nuestro amigo y no tardó ni dos horas en responder con un vídeo. Sentado en el autobús de su equipo después de acabar una carrera, grabó un mensaje de apoyo, un chorro de Bizipoz. Un detallazo de esos que recuerdas toda tu vida.
Abejas
El otro día, tropecientas abejas liaron la de San Quintín en pleno paseo de La Concha. Un donostiarra aparcó su bici junto a la Perla para disfrutar de un día de playita y baño, y a la vuelta se encontró que debajo de la sillita para niños se habían hecho fuertes cientos deApis mefilleras, que vienen a ser lo que comúnmente conocemos como abejas. El caso es que da la casualidad de que hace un mes sucedió lo mismo en nuestra casa. Una tarde de canícula, una bandada de abejas se posó en el hueco de la persiana de un balcón. Tenemos (suerte la nuestra) de vecino a Juanito Zelaieta, un Messi en esto de tratar con insectos (es el inventor de la pértiga telescópica con líquido contaminante para combatir a la avispa asiática). Así que se puso manos a la obra. Se enfundó el traje de apicultor, cogió el instrumental y con la paciencia de Job intentó solucionar el entuerto de la única manera posible: hay que meter a la abeja reina en una caja para que le sigan el resto. Al cabo de más de un día, acabó el trabajo y las 40.000 abejas, sí, 40.000, entraron mansamente a la caja. Juanito nos ofreció un máster de cómo hay que actuar cuándo te encuentras semejante pelotón de abejas (luz baja, silencio, rociar con agua), pero sobre todo nos explicó las causas. Llegan a las urbes porque no encuentran en la naturaleza los huecos (árboles viejos con agujeros, por ejemplo) que tenían antes. Algo estamos haciendo mal.
viernes, 2 de agosto de 2019
14 ochomiles en 7 meses
El mundo del alpinismo asiste entre incrédulo, atónito y expectante al proyecto del montañero nepalí Nirmal Purja, que se ha propuesto hollar los catorce ochomiles en siete meses. Purja, exsoldado de un cuerpo de elite del ejército británico, los gurkhas, ha completado de momento once ochomiles en tres meses, entre ellos el Everest, el K-2 y el Annapurna. Le quedan solo tres que intentará en otoño: Manaslu, Cho Oyu y Shisha Pangma. Llegados a este punto, conviene aclarar que ha subido todos los ochomiles enganchado a botellas de oxígeno, y por rutas normales y equipadas previamente con cuerdas fijas que instala un equipo de apoyo. En su frenético ir y venir por las montañas más altas del mundo, incluso ha tenido tiempo para participar en un rescate. Por supuesto, ningún alpinista ha coleccionado el álbum entero de los ochomiles en siete meses. Nadie lo ha hecho en menos de ocho años. Los más rápidos fueron el mítico Jerzy Kukuczka (de 1979 a 1987) y Chang-ho Kim (de 2005 a 2013), ambos sin recurrir a oxígeno. El proyecto de Purja entronca con estos tiempos que vivimos en los que no importan los medios sino el fin. Lo prioritario es alcanzar el objetivo, y cómo se consiga es secundario. Pasar a la historia de los récords sin importar el camino. Hay quien ha comparado el proyecto de Purja con completar el recorrido del Tour durante tres semanas… en una bici eléctrica.
lunes, 22 de julio de 2019
Mariano
“Mira el horario del partido de la Real, pag. 56”. “La clasificación de Primera es de la semana pasada”. De cuando en cuando, Mariano Ferrer enviaba a esta redacción mensajes con errores que aparecían en el periódico. Otras veces llamaba. Con una educación exquisita, casi pidiendo perdón, te comentaba algún gazapo o gazapillo. Como aquel día que telefoneó porque la víspera había ido a ver una película y resulta que llevaba una hora proyectándose en la pantalla: habíamos publicado erróneamente la hora de comienzo del filme en las páginas de la Cartelera, y el bueno de Mariano se había quedado sin película. Desgraciadamente, cada vez quedan menos Marianos que dediquen seis horas los domingos a leer periódicos, como confesaba en una entrevista en diciembre de 2018 en Alda, la revista que edita el sindicato ELA. Y escasean también los analistas finos, brillantes, que verbalizan o ponen negro sobre blanco aquello que tú opinas pero no sabes expresar ni con palabras ni en letra impresa. Mariano Ferrer era uno de ellos. Daba en el clavo, tanto que textos que escribió hace diez o quince años se pueden leer hoy sin que casi hayan perdido actualidad. Solo hace falta cambiar de nombre al partido político o al presidente de turno.
domingo, 14 de julio de 2019
De la denuncia a la nada
Al calor del procés hay decenas de denuncias, querellas y causas judiciales abiertas. Como en botica, hay de todo. Denuncias que copan titulares de prensa y otras que pasan más desapercibidas. En abril de 2018, nueve profesores del Instituto El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) fueron denunciados por la Fiscalía porque, supuestamente, humillaron a hijos de guardias civiles, estudiantes de educación secundaria del centro, en la jornada posterior al referéndum del 1-O. Como no podía ser de otra forma, los medios de comunicación que han hecho casus belli del procés encontraron en este caso un filón. Lo de contrastar los hechos, pues como que no. A saco contra los profesores. Hubo quien, fuera caretas y escrúpulos, publicó los nombres, apellidos y fotografías de los nueve docentes, como si se tratara de los terroristas más buscados. Año y medio después, la causa ha quedado en nada. Un juez ha archivado esta semana las denuncias contra tres profesores y anteriormente también se dio carpetazo a las piezas contra los otros seis docentes. El magistrado no ve base suficiente para mantener abierta la acción penal. Ahora sería cuestión de pedir perdón y reparar el daño causado a los profesores. Rectificar, dicen, es de sabios.
sábado, 13 de julio de 2019
'Messi', ese cabestro
Mosqueados andan algunos corredores del encierro que estaban acostumbrados a lucir palmito ante las astados. En el Mundial de Atletismo de Cabestros, que es como define al actual encierro nuestro excompañero Guillermo Nagore (suele recordar que en su día recibió una cornada de un morlaco), Messi y Ronaldo son los amos de la barraca. Los dos mansos pertenecen a una ganadería que, cómo no, se llama El Uno, y le han dado la vuelta al calcetín del acontecimiento por antonomasia de los sanfermines. Los bueyes parecen toros y los toros parecen mansos. Lo dijo ayer Javier Solano, la voz de la carrera. En los últimos 20 encierros, solo uno ha superado los tres minutos de duración, lo que da idea de que esto ya no es lo que era. Se llevan los cabestros atléticos, convenientemente entrenados en el campo. Solo les faltan unos tatuajes, un poco de gomina y cláusulas de rescisión de contrato. Arrasan los cabestros, que llevan a rebufo, con la lengua fuera, al rebaño de toros. Y, claro, no es lo mismo. En esencia, el encierro consiste en llevar a los toros desde los corrales a la plaza. Ahora no hay Usain Bolt que supere a semejante cuadrilla de mansos a veintitantos kilómetros por hora. Y me pregunto: ¿Inés Arrimadas, alias la Montapollos, qué tiene que decir al respecto?
viernes, 5 de julio de 2019
La mística del Tourmalet
No hay Tour sin Tourmalet. Es el puerto que más veces se ha ascendido y, sin ser ni el más alto ni el más duro, tiene una mística que engancha. Este año se subirá el sábado 20 de julio por la vertiente de Barèges y será final de etapa. En la cima asomará la escultura Octave, le géant, que honra a Octave Lapize, el primer ciclista que coronó el Tourmalet, el 21 de julio de 1910, en la etapa Baiona-Luchon, después de 326 kilómetros y 14 horas de esfuerzo. La obra se instaló el 21 de julio de 1999. Desde entonces decenas de miles de aficionados han posado ante la escultura tras subir el coloso. Las duras condiciones climatológicas (parte de la carretera del Tourmalet en invierno se usa como pistas de esquí) provocaron que las autoridades decidieran desmontar la escultura. Así, en octubre trasladan al gigante hasta el centro Laurent Fignon, donde descansa hasta la llegada de la primavera. El primer sábado de junio se celebra la Montée de Géant. Más de 1.000 cicloturistas escoltan a la escultura, que viaja en un camión y acompañado por una txaranga, en los 30 kilómetros desde su almacén invernal hasta la cima del Tourmalet. La marcha es gratuita y en el camino se obsequia a los participantes con productos típicos de la zona. Una manera diferente de disfrutar de un cicloturismo cada vez menos turístico y más competitivo.
viernes, 28 de junio de 2019
Chernobyl
El otro día, un escritor y columnista de cuyo nombre no quiero acordarme, aunque se llama como yo y se apellida como una diseñadora de moda que estuvo casada con un periodista que no tiene abuela, pegó un palo a Chernobyl y, ya de paso, a todos los que ven (vemos) series. El palo a la serie de HBO puede tener un pase. Al fin y al cabo, es una serie sobre rusos hecha por estadounidenses y ya se sabe que los malvados rusos siempre son los malos de la película. Más allá de filias y fobias, Chernobyl es una buena serie que te deja un punto de intranquilidad. Porque este paraíso en el que vivimos está a medio camino de dos centrales nucleares: al norte, la de Blayais, muy cerca de Burdeos;al sur, la de Garoña. Y cuando ves las consecuencias que provocó la explosión del reactor 4, no puedes dejar de pensar que estamos rodeados de nucleares. Decíamos que el señor escritor también aprovechó para atizar a los autodenominados prescriptores: gentes que te recomiendan esta o aquella producción. “Las series se han convertido en el libro de los que no leen”, decía el susodicho. Puede ser. Pero series ha habido, hay y habrá toda la vida. Solo que ahora ha cambiado el modo de consumirlas y el volumen. Hay tropecientas, algunas muy buenas. Es cuestión de escoger. Yo, con permiso del señor escritor, les recomiendo dos: Mad men y Happy Valley, esta última de la mismísima BBC.
viernes, 21 de junio de 2019
Transpirenaica social
“Si tú o yo queremos viajar de Tánger a la península, nos basta con pagar 30 euros y montarnos en un vuelo barato. Ellos (los inmigrantes) pagan 2.500 euros a una mafia para cruzar el Estrecho en una patera que puede acabar en el fondo del mar”. Carmen Garrido, educadora de la Transpirenaica Social Solidaria, hace la reflexión mientras caminamos junto a una treintena de jóvenes y refugiados en riesgo de exclusión, en la tercera etapa de la travesía que partió el sábado de Hondarribia y llegará a mediados de julio al cabo de Creus, en aguas del Mediterráneo. Vamos de Elizondo al alto de Urkiaga, en Kintoa, a un paso del embalse de Eugi. Un territorio plagado de mugarris. Muchos de los chavales se sorprenden al comprobar lo sencillo que resulta pasar de un territorio a otro. “Pasa lo mismo cuando llegamos a Andorra y les explicamos que entramos en otro país”, abunda Carmen. El monte y todos los valores que transmite es el vehículo que sirve a los chavales para integrarse en una sociedad en la que a menudo se sienten excluidos. Chavales como Mbarek, Abdala o Abrhay, un eritreo, pura fibra, enjuto, que a los diez años dejó su aldea en chancletas y cruzó el Sáhara y el Mediterráneo, buscan su sitio en la sociedad... y en la vida.
viernes, 14 de junio de 2019
El chófer de Woody Allen
Imagino al chófer de Woody Allen, mapa en mano, o con el práctico Google Maps instalado en el móvil, buscando rutas alternativas para no pasar bajo el túnel de Polloe o por el túnel del Antiguo. Y así durante el mes y medio de rodaje. Porque Woody Allen no pasa por túneles. Vamos, que si su avión aterriza (es un suponer) en Hondarribia y tiene que desplazarse en coche desde el aeropuerto al Kursaal, su chófer no puede acceder a Donostia por el túnel de Polloe ni (supongo) entrar por la rotonda de Gomistegi porque unos metros antes... hay que atravesar un túnel. Allen es claustrofóbico, y también agorafóbico, o sea, que le asustan los espacios abiertos. En su catálogo de miedos se incluyen también las duchas con desagüe, cambiar el menú del desayuno o variar su ropa. Apostaría a que también es hipocondriaco. Más o menos. Según confesó hace unos años en una entrevista en El País, no es hipocondriaco, es alarmista. “No imagino que estoy enfermo, pero si veo una cosa pequeñita aquí, una picadura de mosquito, pienso que es un tumor cerebral. Tengo peculiaridades, pero no son peligrosas”. Así que si se topan con él por la calle, anímenle, porque, cómo no, también confiesa que es un pesimista sin remedio.
viernes, 7 de junio de 2019
La crisis de los 50
Está uno en esa edad en la que no sabe si es joven, viejo o todo lo contrario. Más cerca de los 50 que de los 40. Los 50 de ahora son los 60 de hace medio siglo. Antes con 50 eras casi viejo, y ahora con 50 eres casi joven. De la crisis de los 40 hemos pasado al síndrome de los 50. Sesudas investigaciones aseguran que la felicidad empieza a los 50. Cumplir 50 años se ha puesto de moda. Más que cumplir, celebrarlo. Soplas 50 velas y te cae una comida sorpresa de la familia, un finde con las amigas en fiestas de Cenicero o una noche de darlo todo. Modas. Frente a tanta gaita, un estudio presentado esta semana por la Fundación Compromiso y Transparencia asegura que más de siete de cada diez empresas del Ibex 35 presta “muy poca o nula” atención a los trabajadores de más de 50 años. Tenemos la mejor generación de jóvenes de la historia, vale, chavales a la última, que cursan siete másteres, hablan cuatro idiomas y se desenvuelven por el mundo como pez en el agua, pero la experiencia siempre es un grado. Los trabajadores de más de 50 años aportan un plus que cada vez se valora menos. Son ellos quienes nos enseñaron cómo se enfoca el titular de una noticia, cómo se emplastece una pared antes de pintarla, cómo se hace una buena masa antes de hornear el pan o cómo se cambia la junta de la trócola.
viernes, 31 de mayo de 2019
De éxitos y fracasos
Ernesto Valverde ha ganado las dos ligas que ha disputado como entrenador del Barça. Además del campeonato doméstico, en dos temporadas ha logrado también una Copa y una Supercopa. Pero, a decir de una legión de comentaristas futboleros, es un fracasado. En estos últimos tiempos, la fina línea que separa el éxito del fracaso cae siempre del lado del fracaso. Si no ganas el doblete, el triplete o el Trofeo del Tete, eres un fracasado. Como, además, la paciencia ha dejado de ser una virtud, estamos rodeados de fracasados que son sentenciados a golpe de tuit. La estupidez humana ha llegado a tal punto que personas que triunfan y se rigen por el sentido común (léase Valverde) son fracasados, y tipos que van de derrota en derrota y dicen una cosa por la mañana y la contraria por la tarde (léase Pablo Casado) convierten los varapalos en victorias. El líder del PP ha fracasado en todas las citas electorales que ha afrontado desde que tomó las riendas del partido. El domingo el PP sufrió su peor derrota en la Comunidad de Madrid desde 1991 (perdió 18 escaños) y la mayor derrota de su historia en el Ayuntamiento capitalino (seis concejales menos). Pero ahí estaba Casado abrazado a los dos candidatos y celebrando no sé sabe muy bien qué. Un tipo de éxito, no cabe duda.
sábado, 25 de mayo de 2019
Osasuna
El único club de Primera División que luce su nombre en euskera, tiene el primer entrenador euskaldun, el segundo entrenador, también es euskaldun;y el capitán es también euskaldun. La presidenta de la comunidad del único club de Primera con nombre euskaldun, también es euskaldun, y el alcalde de la capital de ese club con nombre en euskera, también es euskaldun. Euskaldunes y rojillos. Como para que les salgan sarpullidos a quienes llevan toda la vida tratando de que la enseñanza en euskera y del euskera desaparezca de la faz de su tierra. Hablamos de Osasuna, noski. En una iniciativa que habla por sí sola del club, la directiva firmó en octubre un acuerdo con AEK para fomentar el uso del euskera en todos los ámbitos. Por supuesto, los de siempre, los de toda la vida, se lanzaron en tromba. Osasuna vive con absoluta normalidad y respeto el bilingüismo. Una normalidad que ya quisieran en las Cortes, por ejemplo. Por abundar, la Liga hablará euskera en los banquillos la próxima temporada. Los cinco entrenadores de equipos vascos son euskaldunes: Imanol Alguacil, Gaizka Garitano, José Luis Mendilibar, Asier Garitano y Jagoba Arrasate. Confiemos en que los indignados de turno no falten al respeto cuando cualquiera de esos cinco técnicos se exprese en su lengua materna en las ruedas de prensa.
viernes, 17 de mayo de 2019
Radares
Por alguna razón que se me escapa, en ocasiones los responsables de tráfico instalan limitaciones de velocidad y radares en zonas en las que apenas se registran accidentes y, al contrario, dejan manga ancha en zonas peligrosas. Pongamos que hablamos de Donostia. Desde hace varios meses, el Ayuntamiento coloca de cuando en cuando un radar móvil en la entrada a la ciudad por la avenida de Tolosa. Justo encima del puente que une Lorea con las torres de Errotaburu. En los últimos catorce años he pasado por esta vía más de 3.500 veces en dirección a Ondarreta y otras 3.500 con destino a la variante. Nunca he presenciado un accidente, aunque haberlos, seguro que los hay. De hecho, la avenida de Tolosa es una de las vías de Donostia con mayor siniestralidad. Pero son 7.000 veces. Por pura probabilidad, algún accidente tendría que haber visto. Vamos con otro tramo, el que va desde la salida de Garbera al acceso a Pasaia/Errenteria en la GI-20. Hasta ahora el límite de velocidad era de 120 km/h. Ahora, sin previo aviso, se ha rebajado a 100 km/h. Sus motivos tendrán quienes han estimado conveniente reducir el límite. También hay radares en esta zona, pero no sea mal pensado. No lo hacen por afán recaudatorio.
viernes, 10 de mayo de 2019
El ‘bremain’ futbolístico
La Gran Bretaña se va a marchar de Europa a lo grande: con un pleno de clubes ingleses en la Champions League y en la Europa League. Ni brexit blando, ni duro, ni dulce, ni salado. Un bremainfutbolístico [(Bremain, acrónimo de Britain (Reino Unido) y remain (permanecer)] a lo bestia, liderado, como en el chiste, por un alemán (Klopp), un argentino (Pochettino), un italiano con apellido de canción de Kortatu (Sarri) y un vasco de Hondarribia (Emery). Liverpool, Tottenham, Chelsea y Arsenal. No se recordaban dos semifinales de Champions como las de esta semana desde que en 1999, en el Camp Nou, el Manchester United le dio una voltereta al marcador en el descuento y dejó al Bayern Munich descompuesto y sin copa. Hubo quien fue al baño a echar un pis relámpago con 0-1 a favor de los alemanes y al volver se encontró con el 2-1 y el niño Solskjær celebrando el gol. Los ingleses dominan la Europa futbolística, que para eso inventaron este deporte. La Premier es la única gran competición del continente que se va a decidir en la última jornada, los estadios se llenan todos los fines de semana y el reparto del dinero de los derechos televisivos (el maná de los clubes) es equitativo, al contrario que en la Liga. Y sí, vamos con los reds, que desde chavales somos del Liverpool.
sábado, 4 de mayo de 2019
Mis piernas por tu tarjeta
La escena sucedió el martes pasado. Y como fui testigo presencial, la cuento. Que para eso estamos. Un conductor aparcó su coche en una plaza reservada para personas con discapacidad (sobra decir que no sufría discapacidad alguna). Un peatón que pasaba por allí le llamó la atención. Adivinen quién se llevó la bronca: el peatón. El conductor salió del coche hecho un basilisco, recriminó al peatón que le dijera que no aparcara en un lugar que no debía y se dirigió a su destino, un comercio del que le separaban quince metros. Por supuesto, no retiró el coche, a pesar de que a 200 metros hay un amplio aparcamiento. Faltaría más. Escenas como esta suceden con cierta frecuencia. Juan Larreta, un pamplonés que sufre esclerosis múltiple, se ha convertido en el azote de lo que denomina “okupas motorizados”. Ha abierto una cuenta en Instagram (Okupas motorizados) en la que publica fotos de vehículos que estacionan de forma ilícita en aparcamientos destinados a discapacitados. “Son solo cinco minutos”, suele ser la excusa habitual de los jetas que aparcan en una plaza destinada a hacer la vida más fácil a quien padece una discapacidad. “Si alguien quiere aparcar en nuestros sitios, yo le cambio mi tarjeta por sus piernas”, afirma el bueno de Larreta. Necesitamos más Larretas en este mundo.
viernes, 26 de abril de 2019
¿Qué insulto de Rivera eres?
Una de esas mentes ingeniosas que pululan por Twitter colgó hace un par de días una pregunta (¿Qué insulto de Albert Rivera eres según tu día de nacimiento?) junto a una tabla en la que, por un lado, se leían los doce meses del año con el correspondiente insulto del líder de Ciudadanos e ídem con los 31 días de cada mes. Lógicamente, los adjetivos que van asociados a cada mes o número no son insultos per se, salvo por boca de Rivera que, con su habitual verborrea, ha hecho del adjetivo despectivo su vocabulario diario. En este particular cruce de palabras y números, Jon Iñarritu (EH Bildu) sería un enemigo de España (diciembre) a sueldo de Puigdemont (15), Aitor Esteban (PNV) sería un golpista (junio) sin miedo (21), Pedro Sánchez (PSOE) un proetarra (febrero) desalmado (29), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) un mentiroso (octubre), también sin miedo (17), y Pablo Casado (PP) otro proetarra (febrero) pero esta vez irresponsable (1). Sigamos. El innombrable de Llodio sería un independentista (abril) a sueldo de Otegi (14), que es lo que tiene haber nacido el republicano día 14 de abril de 1976. Y, en fin, que el propio Rivera es un insulto en sí mismo. En concreto, es otro enemigo de España (diciembre) a sueldo de Puigdemont (15).
miércoles, 24 de abril de 2019
La enfermedad de Lyme
La vida te sonríe hasta que un bicho en apariencia inofensivo te puede amargar la existencia. Hace un par de días varios afectados por la enfermedad de lyme relataron en este periódico el calvario que sufren o han sufrido a cuenta de esta dolencia que la mayoría de las veces está provocada por la picadura de una garrapata. Decía que es en apariencia inofensivo porque una picadura de una garrapata no duele. No es un mordisco o una dentellada que te deja una marca. Y el diagnóstico tarda en llegar ya que los síntomas que se padecen van desde la gripe hasta una fatiga crónica. El caso es que el lyme causa un desgaste brutal, tanto físico como mental. Rodeados como estamos de un privilegiado entorno natural, nuestros montes son un escenario proclive para que garrapatas y artrópodos hagan de las suyas. La Asociación Enfermedad de Lyme País Vasco está llevando a cabo una campaña para prevenir esta dolencia y aconseja, sobre todo, caminar por senderos y evitar los arbustos altos. La detección temprana es otro de los factores que ayuda a tratar una enfermedad que hasta hace nada era invisible, desconocida. Toda ayuda a la asociación y a los enfermos será poca en la lucha por combatir una enfermedad con la esperanza de que tiene cura.
viernes, 12 de abril de 2019
Esto ya no es lo que era
Zumarraga. Martes, 9 de abril. 12.45 horas. Luce un sol espléndido. Uno de esos días en los que apetece sentarse en un banco y tirarse a la bartola. En una calle de la localidad están alineados todos los autobuses de los equipos que corren la Itzulia. En la puerta de los vehículos están aparcadas las bicis, tecnología punta, una maravilla. Faltan poco más de 45 minutos para que arranque la segunda etapa de la Vuelta y no hay rastro de ciclistas. Asoman dos o tres de los más de 160 que tienen que pasar obligatoriamente por el control de firmas. El resto está recluido en los autobuses, casas ambulantes con los cristales tintados en las que gozan de todas las comodidades. El ciclismo era uno de los últimos deportes en los que hasta ahora el aficionado podía compadrear con los profesionales a pie de calle. No pocas veces te los podías encontrar tomando un café en un bar antes de la salida o bromeando con la chavalería en cualquier esquina de cualquier pueblo del que saliera la carrera. Ahora abandonan los autobuses minutos antes de tomar la salida. “Esto ya no es lo que era”, dice un veterano de la profesión. Afortunadamente, cuando salen de su madriguera siguen siendo tan amables y solícitos como de costumbre. Sin los divismos de otros deportes. Y no miro a nadie.
sábado, 6 de abril de 2019
1,5 metros de seguridad
Hace dos semanas, más de 8.000 cicloturistas participaron en la Bilbao-Bilbao, una clásica con más de 30 años de solera. Este domingo, cerca de 1.600 saldrán en la Donostia-Baiona-Donostia, otra marcha con tradición (18 ediciones ya) y gancho. Siempre ha estado de moda el cicloturismo, pero ahora más, con una presencia de mujeres cada vez más notable. Como dice un amigo, cuando hace buen tiempo hay bandadas de pelotones de ciclistas en las carreteras. Solo hay que hablar con los dueños de tiendas y los fabricantes de bicicletas para confirmar el auge de un deporte menos agresivo que correr (el impacto del cuerpo con el suelo al final pasa factura), pero que entraña otros riesgos evidentes. En la última semana un cicloturista vasco ha muerto y tres han resultado heridos. La convivencia entre los conductores y los ciclistas nunca ha sido fácil y tampoco lo es ahora. La prudencia y el respeto deberían ser la regla número uno a la hora de circular por la carretera. Respeto al metro y medio de distancia lateral que piden y necesitan los ciclistas cuando un coche o un camión realizan una maniobra de adelantamiento, y respeto también de los cicloturistas a las señales de tráfico. Solo desde el respeto y la prudencia se garantiza la seguridad.
sábado, 30 de marzo de 2019
¿Donostia o Sestao?
En los dos últimos meses no sé si vengo a trabajar a Donostia o al Sestao de los altos hornos de los 80. Lo digo por lo de la contaminación, que debe ser un fenómeno muy sibilino porque ver, lo que se dice ver, no se ve por ningún lado en esta ciudad de postal. Hace un mes se dispararon las alarmas después de que no cayera una gota de agua durante tres semanas. A punto estuvimos de ir por la calle con mascarillas, como en Tokio. El Ayuntamiento incluso aconsejó, con más voluntad que éxito, no utilizar el vehículo particular en las horas punta de tráfico. Sin ánimo de restar importancia al asunto, en este indicador de calidad de vida hemos ido para atrás porque, si se consulta la hemeroteca, resulta que Donostia era hace nada, en 2007, una de las cuatro ciudades del Estado con menor contaminación del aire, según un estudio del Ministerio de Medio Ambiente. Así que se ha pasado de rozar el podio a que nos recomienden que eso de correr al aire libre por las mañanas, mejor evitarlo. Que a esas horas se registra el nivel de polución más alto del día. Nos aconsejan que entre semana corramos por el Paseo de Miraconcha a última hora de la tarde y los festivos, al mediodía. A esas horas, contaminación no sé si habrá, pero gente paseando por el mismo lugar que corremos, eso suele haber a patadas.
El padre de Griezmann
Netflix estrenó hace unos días el documental Antoine Griezmann. Campeón del mundo, que repasa la trayectoria del exjugador de la Real desde sus inicios en el fútbol hasta coronarse el pasado verano en Rusia. Con algunas lagunas, la cinta se deja ver. De entre todas las vertientes de la vida de Griezmann que se reflejan en el documental, merece la pena quedarse con el retrato que se hace de su padre. Todos hemos conocido a padres que quieren a toda costa que su hijo triunfe en el fútbol, que es algo tan probable como que te toque el Euromillón. Alain Griezmann recibió decenas de negativas de clubes por la débil constitución física de su hijo y recorrió miles de kilómetros hasta que dio con la Real. El resto ya es historia. Salvando las distancias, en el mundo del atletismo se vive un fenómeno parecido de padre que quiere sí o sí que sus hijos triunfen en el deporte. Es Gjert Ingebrigtsen, padre y entrenador de tres hermanos (Henrik, Filip y Jakob) que han sido campeones de Europa de 1.500 metros. Ingebrigtsen ha ido realizando ensayos de prueba-error, ha exprimido la competitividad entre sus vástagos, busca los límites del sufrimiento en cada entrenamiento y ha ido mejorando las prestaciones de hijo a hijo. Un controvertido método que ha convertido a Jakob, el menor, en la nueva estrella del atletismo mundial.
lunes, 25 de marzo de 2019
'Brexit', de salida, no
El adiós de Gran Bretaña a la UE se ha convertido en un laberinto de tal magnitud que cuesta encontrar la salida. Se ha convertido en un enrevesado culebrón, no ya de verano sino de las cuatro estaciones enteras. El próximo viernes 29 de marzo a medianoche (23.00 horas en Londres) es el día y la hora fijada para el bye bye. Pero a día de hoy (el guion cambia casi a cada minuto) nadie se atreve a pronosticar el final. El miércoles Theresa May se someterá a una nueva reválida, la votación en el Parlamento por tercera vez de su plan de salida de la UE. Eso si se lo permite John Bercow, el muy honorable speaker de la Cámara de los Comunes que, de momento, no está por la labor. La solución también puede llegar antes, el lunes, que es cuando la premier acudirá al Parlamento para dar cuenta de sus reuniones de esta semana con los líderes europeos. Si May logra el lunes el respaldo a su plan, aquí paz y después gloria. Pero si algo es consustancial al brexit
es que depara sobresaltos continuos. Entre medias, asoman en el horizonte unas elecciones europeas que a dos meses vista no se sabe si serán con 27 países y 705 escaños, o con 28 países y 750 escaños. Y a todo esto, hoy se espera que en Londres se manifiesten más de 700.000 personas para pedir un segundo referéndum. ¿Algún experto en la sala?
viernes, 22 de marzo de 2019
Peatones-anuncio
Una empresa con sede en Madrid ha importado desde Estados Unidos un soporte publicitario que convierte a hombres y mujeres en anuncios andantes. Es el hombre-anuncio del Compro oro, pero en versión cool y millennial. Los impulsores de esta iniciativa no quieren oír hablar de comparaciones con el hombre-anuncio, una práctica prohibida en muchas ciudades por vejatoria y degradante, pero las semejanzas son inevitables. Eso sí, donde unos muestran cartón-piedra, aquí se recurre a tecnología. El negocio de esta empresa consiste en instalar en la parte trasera de una mochila una tablet que va proyectando anuncios. La mochila es transportada por personas, en su mayoría jóvenes, de camino al trabajo o a la universidad, de modo que en sus trayectos emiten publicidad de variopintas marcas vía tablet. Los peatones-anuncio, llamados hiker,reciben por su trabajo unos 100 o 150 euros al mes o descuentos de las marcas que publicitan. De contratos nada se sabe porque si algo distingue a estas empresas y otras del mismo pelo (léase Deliveroo, Glovo o Uber Eats, la Uber de la comida a domicilio que acaba de aterrizar en Bilbao) es que, cuando se menta su relación laboral con los trabajadores, miran hacia otro lado. Transparentes por fuera y opacas por dentro.
sábado, 16 de marzo de 2019
De Moro a Honnold (y II)
Pocas veces, por no decir nunca, un documental sobre escalada ha tenido la repercusión de Free solo, la cinta que narra la ascensión de Alex Honnold a El Capitán, una imponente pared de 915 metros de longitud, una de las más famosas del mundo, en el Parque Nacional de Yosemite, en California. Los dos premios a mejor documental que National Geographic logró en los Bafta y los Óscar han terminado de catapultar al éxito una historia que tiene la virtud de que te engancha aunque no sepas ni papade escalada. No hace falta conocer el complicado argot de esta especialidad que los profanos siempre asociamos con el peligro. El asunto es muy simple. Honnold escala la pared sin ninguna cuerda ni equipo de seguridad. A pelo. Y escalar a pelo supone que el mínimo error te cuesta la vida. Un resbalón y caes al vacío. Dos manos, dos pies, magnesio y una dosis ingente de fuerza física y mental son el único asidero de Honnold. El documental no se centra solo en la histórica ascensión que completó el 3 de junio de 2017 en menos de cuatro horas, sino que se completa con un retrato de su vida, de su austero estilo de vida (vive en una furgoneta). Un documental de una factura impecable que incluye hasta una historia de amor. Puro vértigo.
De Moro a Honnold (I)
A Simone Moro, alpinista italiano que cuenta con cuatro primeras ascensiones a ochomiles en invierno, estos días le pitan los oídos. Ha recibido un alud de críticas por afirmar que la muerte en el Nanga Parbat de su compatriota Daniele Nardi y del estadounidense Tom Ballard ha sido de todo menos casual. En un arranque de sinceridad, Moro ha declarado que los dos montañeros conocían el máximo riesgo que entraña ascender este ochomilpor la ruta del espolón Mummery (nunca se ha logrado), más aún en invierno, cuando se suceden las avalanchas de nieve y hielo: “Es como jugar a la ruleta rusa, una forma de suicidio”. Moro no se ha refugiado en el corporativismo y entiende que debe alertar a las futuras generaciones de la diferencia que hay entre dificultad y peligrosidad, dos términos fronterizos, que no similares. Entiende que la dificultad de una ruta es un reto, una motivación para un alpinista, pero que siempre se debe medir el peligro extremo que entraña, por ejemplo, una vía nunca escalada. Vamos, que no merece la pena dejarse la vida en el intento. Nardi, padre de un niño de seis meses, y Ballard, que también perdió a su madre en el Himalaya, no vivirán para contarlo. Alex Honnold vive y lo cuenta en el documental Free solo, otra historia en la que la muerte ronda cada minuto. Pero eso lo dejo para mañana.
viernes, 8 de marzo de 2019
4.200 agresiones
Hace una semana escribí un mensaje a Iñaki, un amigo que trabaja de taxista. Como me da su permiso para reproducirlo, ahí va: “Iñaki, si no es mucha molestia, el sábado, cuando traigas a Eider y sus amigas de carnavales de Lesaka, déjale en la puerta de casa”. Como siempre, Iñaki cumplió. Hace años, nuestras madres y padres (ellas más que ellos) pasaban la noche en vela cuando salíamos los sábados de farra porque eran más o menos frecuentes los accidentes de tráfico con jóvenes involucrados. Si no tenías coche y querías ir al Bordatxo, te las apañabas para ir y venir con algún conocido. Hoy las madres siguen pasando las noches en vela, no ya por los accidentes de tráfico, sino por los malnacidos que agreden, violan y humillan a las mujeres. Sí, ya sé que hoy no es el día contra la violencia de género (se celebra cada 25 de noviembre), pero, de entre todas las lacras y desigualdades que sufren las mujeres y que hoy sonarán con más fuerza que nunca, los crímenes machistas, los maltratos y las agresiones sexuales están en el vértice de la pirámide. Solo en 2018 hubo más de 4.200 en Euskadi.
viernes, 1 de marzo de 2019
España-Kosovo en Suiza
El PP, Ciudadanos y Vox llevan ya una semanas compitiendo por ver quién tiene la bandera (española) más grande. “España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles son”, que diría Rajoy. El caso es que hay otra competición, esta deportiva, en la que hacen equipo los tres partidos más el PSOE. Se trata de que la bandera de Kosovo no ondee en España ni en pintura. Kosovo se declaró Estado independiente en 2008, pero España es uno de los países que no reconoce su soberanía. Casi 120 países de todo el mundo, entre ellos Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y EEUU, consideran que Kosovo es una nación de hecho y derecho. España, no. Kosovo tampoco es reconocida por Brasil, China, Cuba, Rusia, Venezuela o Vietnam. A nadie se le escapa que la negativa de España a reconocer la soberanía de Kosovo se debe a que abriría las puertas a que Euskadi o Catalunya reclamaran idéntico status. Así que el Gobierno español, antes del PP y ahora del PSOE, se aplica a fondo para ningunear a los deportistas kosovares. En noviembre impidió que en el Mundial de kárate de Madrid Kosovo compitiera con su bandera y ahora la Federación Española de Fútbol ha renunciado a acoger el 28 de marzo el España-Kosovo, clasificatorio para la Eurocopa sub’17. El partido se jugará en Nyon (Suiza). Recuerda a otros tiempos.
viernes, 22 de febrero de 2019
De Joan Baez a La Polla
“Pensaba que estaba muerta”, me dice un compañero de la redacción a los pocos minutos de conocerse que Joan Baez actuará el próximo verano en el Jazzaldia. “No estaba muerta, estaba de parranda”, le contesto mientras le enseño un vídeo de hace unos años en el que la icónica cantante y compositora baila junto a Julia Roberts y Taylor Swift en un concierto de la estrella del pop en California. Es lo que tiene convivir con quinceañeras. Por no decir que en marzo de 2015, Baez (78 velas le contemplan) cantó a 100 kilómetros escasos de Donostia, en el Baluarte de Pamplona. Vuelven los revivals, si es que alguna vez se han ido. Para gustos están los colores, pero hay quien sostiene que, en el mundo de la música, cualquier tiempo pasado fue mejor. Que en este siglo recién alumbrado, 19 años ya, no ha nacido banda o cantante que tenga parangón con las de los 60, 70 u 80 del siglo XX. Y en esas estábamos cuando de repente se anuncia que regresa La Polla. No hay seguramente momento más idóneo para que Evaristo les ponga letra y música a los tiempos que vienen, con tanto político extremista y tanto micro suelto. Les va a poner como aquella mítica canción: Cara al culo.
sábado, 16 de febrero de 2019
Festival electoral
Imagino a los organizadores del Maratón de Madrid pegados a la pantalla de la televisión durante la comparecencia de Pedro Sánchez. Como si se tratara del sorteo de una eliminatoria de Copa, con los dedos cruzados para que no cayera el 28 de abril. ¡Bingo! 28 de abril. Sánchez anunció la convocatoria de elecciones con 72 días de antelación. El maratón lo hizo con 365 días de antelación. Habitualmente, al día siguiente de acabar una edición de un maratón como el de Madrid (con cerca de 40.000 inscritos), ya se conoce la fecha de la prueba del año siguiente. Así que los organizadores del Mapoma se han quedado compuestos y sin novia. 39.000 corredores, de ellos 11.000 extranjeros y 15.000 de fuera de la Comunidad de Madrid, están pendientes de conocer la nueva fecha. Razones de seguridad impiden que la carrera coincida con la cita con las urnas, por lo que se avecina un aluvión de cancelaciones de reservas de avión, tren y hoteles. La carrera de fondo deja de ser atlética y pasa a ser electoral. Dos elecciones en menos de un mes. Pensábamos que lo habíamos visto todo tras las dos elecciones seguidas en diciembre de 2015 y junio de 2016, pero nos faltaba lo de dos comicios seguidos en un mes. Según digan todos a una que han sido los triunfadores de la noche, ya se estarán preparando para las municipales, forales y autonómicas, donde toque. Definitivamente, la vida no es un carnaval, la vida es un festival de elecciones.
viernes, 15 de febrero de 2019
Dinero por la cara
Probablemente le ha pasado alguna vez. A mí, unas cuantas. Acude al cajero para sacar dinero pero se olvida de lo principal: recoger la pasta que ha escupido la máquina. Es lo que tiene estar pensando en otras cosas o andar con prisa porque el coche está aparcado en segunda fila. A veces el propio cajero se traga el dinero y los empleados de la entidad bancaria te lo devuelven. Otras veces el dinero se queda ahí, colgando, a la espera de que pase cualquiera y se lo lleve de regalo. Las tarjetas con contactless se han convertido en una suerte de auxilio, una salvación para personas despistadas como un servidor. Segundo arriba, segundo abajo, en un cajero de última generación dotado de contactless tardas menos de diez segundos en realizar un reintegro, que es como llaman los bancarios a sacar dinero. Y, además, si te olvidas los billetes, la máquina te alerta con un fino pitido. Mano de santo. El no va más de los cajeros llega ahora con una entidad financiera que permite sacar dinero con un simple reconocimiento facial. Te plantas ante la terminal, que identifica tu jeta porque previamente has dado de alta tu imagen en este sistema, y sacas dinero sin necesidad de teclear el PIN. Lo que se dice tener dinero por la cara. Solo falta que luego te acuerdes de recogerlo.
viernes, 8 de febrero de 2019
El complejo de Anoeta
El PSE de Donostia ha inaugurado la temporada primavera-verano de propuestas electoralespara la ciudad con un proyecto de pabellón multiusos en la ladera de Zorroaga. El alcalde, Eneko Goia, léase el PNV, como que no lo ve, EH Bildu no ha entrado al trapo y Borja Sémper, candidato del PP, apuesta por una tercera vía (en la política siempre hay terceras vías) que consiste en echar abajo el frontón Atano III y el polideportivo Josean Gasca, y levantar sobre sus escombros un nuevo y reluciente polideportivo. En tiempos de la burbuja inmobiliaria no era raro el día que nos desayunábamos con proyectos megalómanos que luego se ha demostrado que no tenían ni pies ni cabeza. Véase el Navarra Arena, un despilfarro que ha costado 60 millones de euros y que estaba acabado en 2013 pero no se abrió hasta el año pasado porque ni Blas quería asumir su deficitaria gestión. Un recinto con 11.000 asientos imposibles de cubrir por ningún club de Pamplona o Navarra. La propuesta de los socialistas donostiarras es más modesta (habla de una instalación con capacidad para 5.000 espectadores), pero incurre en los mismos errores. Frente a un nuevo pabellón multiusos, quizás es más apropiado analizar en profundidad el estado de las instalaciones de Anoeta (en global) y acometer los cambios, reformas y ampliaciones que necesitan.
sábado, 2 de febrero de 2019
Fyre Festival
Animado por la entrevista que la compañera Arantxa Lopetegi hizo hace unos días a Marta Goikoetxea, visité su premiado blog de viajes Rojo Cangrejo. Pero como tantas veces en Internet, sabes dónde empiezas pero no dónde acabas. Así que terminé leyendo un texto de Sara Carbonero en Elle, en el que contestaba a variopintas preguntas de lectores y lectoras, mayormente sobre asuntos de moda y belleza que, la verdad, me importan tanto como las encuestas de Estudio Estadio. El caso es que comencé buscando información sobre el tamaño de las maletas que se pueden llevar en los vuelos de Easyjet (la encontré, el blog es muy recomendable), y acabé sabiendo dónde compra Sara Carbonero losbodiesde sus criaturas. Y todo por pinchar una de las pestañas del blog con el epígrafePrensa (es deformación profesional). Pero para caso extremo de dónde empezar y dónde acabar, el Fyre Festival, un glamuroso y grandioso evento musical en una isla de Bahamas que se convirtió en una gigantesca estafa. Nació como el festival nunca visto, con estrellas, modelos einfluencers a cascoporro, y acabó con su promotor, Billy McFarland, condenado a seis años de prisión por estafa. Un documental sobre el festival, que ha causado furor en Netflix, lo explica con todo lujo de detalles. Imperdible.
viernes, 25 de enero de 2019
Transferencias
En política, las horas parecen días, los días, semanas; las semanas, meses;los meses, años;los años, lustros;los lustros, decenios;y los decenios, siglos. Salvo si hablamos de transferencias de competencias, que entonces los días son siglos. Entre la última transferencia del Estado a Euskadi y la penúltima transcurrieron siete años. En 2011, con Zapatero en el Gobierno, el Estado transfirió varias competencias a la CAV, la más importante las políticas activas de empleo. Siete años y dos gobiernos del PP después, el Ejecutivo de Pedro Sánchez acaba de transferir varias competencias de segunda división y ha presentado al Gobierno Vasco un calendario para negociar las 33 pendientes. Suena a carta a Olentzero, pero si nos ponemos en plan optimista total, en el breve plazo de un año (para enero de 2020) Euskadi recibirá todas las materias que lleva reclamando desde hace 40 años. Todas, salvo la Seguridad Social, convertida en el Santo Grial. De todos los asuntos a tratar, el PP ha criticado que se negocie la transferencia de prisiones que, vaya por Dios, está recogida en el Estatuto. Suena pelín incongruente, pero apuesto mil a cien a que Pablo Casado echará el resto para que las prisiones no pasen a manos vascas y no se cumpla el Estatuto que con tanto ahínco defiende el PP un día sí y otro también.
sábado, 19 de enero de 2019
Suku Maya
Se llama Suku Maya. Tiene 21 años y una conmovedora historia detrás. En 2001, cinco montañeros vascos, entre ellos los guipuzcoanos Beñat Arrue e Iñaki Aiertza, murieron atrapados por una avalancha en las faldas del Pumori, en el Himalaya nepalí. Nada se pudo hacer para rescatar sus cuerpos, pero sí se hallaron varias de sus pertenencias, entre ellas una cámara de fotos. Una vez revelado el carrete, llamó la atención una foto en la que Beñat Arrue aparecía retratado junto a una niña nepalí. Un año después, los padres de los fallecidos viajaron al lugar de la tragedia. La familia de Beñat llevó la foto de la niña, la localizaron y establecieron con ella un contacto que se mantuvo durante varios años. Hace dos años, en su visita casi anual a esta zona de Nepal, encontraron a la niña (ya una adolescente) con graves problemas de salud. Tras vencer la siempre larga y engorrosa burocracia, un año después consiguieron que Suku viajara a Gipuzkoa, donde fue operada de problemas renales tras agravarse su estado de salud. De vuelta en Nepal, hoy está a la espera de recibir un trasplante de riñón. Su historia se refleja en el filme Pumori, mendiaren alaba (Pumori, la hija de la montaña), que se proyecta el próximo jueves en Azpeitia, el viernes 25 en Donostia y el martes 29 en Andoain.
viernes, 11 de enero de 2019
El numerito de Valls
Manuel Valls tiene un serio problema con la libertad de expresión. El otro día, en la entrega de los premios Nadal y Pla, se puso hecho un basilisco porque uno de los galardonados, Marc Artigau, ejerciendo el muy constitucional derecho a la libertad de expresión, se solidarizó con los presos políticos catalanes. “Siento tristeza y rabia por vivir en un país en que hay presos políticos y el Govern legítimo está exiliado”, dijo textualmente Artigau, que en entrevistas posteriores tiró de ironía: “¿Manuel Valls? No le conozco. ¿Es el fichaje estrella de invierno del PSG?”. El caso es que el paracaidista Valls meó fuera de tiesto y protagonizó el numerito de la velada al gritar desde la mesa de invitados que ocupaba: “¿Es que nadie va a decir nada?”. No acabó ahí el asunto porque luego lanzó un reproche a la delegada del Gobierno: “¿Pero cómo permites esto?”. El típico tic autoritario de un político que ha ido de fracaso en fracaso, al que en Francia no quieren ver ni en pintura y que aterriza en Barcelona como esos fichajes mediáticos que prometen la Liga, la Copa y la Champions, pero al de dos partidos se comprueba que son un bluff. O va a ser que no. Va a ser que Valls lo que quería era chupar titulares, que de eso hay auténticos profesionales en la política.
domingo, 6 de enero de 2019
El tapón y la flechita
Cada vez que me acerco a llenar el depósito del coche a una gasolinera (casi siempre a la de Puntxas), me entra la duda de en qué lado de mi vehículo está el tapón. Así que a veces me equivoco, aparco en el lado en el que hay más distancia entre el tapón y el surtidor, y me pongo a hacer malabarismos con la manguera. Ha tenido que ser, cómo no, un ingeniero, mi sobrino Javier, el que me dé una solución que la he tenido siempre delante de mis ojos: en la pantalla del coche (del mío y del suyo también), junto al símbolo del surtidor, hay permanentemente una flechita que indica en qué lado está la tapita de marras. Vale, usted ya lo sabía. Yo me acabo de enterar. A partir de ahora, prometo no equivocarme. Más. Si usted es de los que rompe los sobres de azúcar alargados por los bordes, sepa que su inventor los diseñó para que se rompieran por la mitad. De ese modo no hay que agitarlo y no quedan trozos de papel sueltos. Ídem de ídem con otro mal uso (muy manido ya): el de cómo verter la leche de un cartón de tetrabrik. Normalmente lo hacemos con la boca del brick hacia abajo y dejamos la encimera echa un Belén. Prueben a hacerlo al revés. No cae ni una gota. Hay más (los logos de Carrefour y Toyota, la pala de la escoba, la grapadora que guarda grapas o la tapa del exprimidor), pero eso ya es para otro capítulo.
viernes, 4 de enero de 2019
Donde Cristo perdió...
La NASA acaba de sobrevolar una roca espacial, denominada Ultima Thule y con forma de cacahuete, que está a 6.500 millones de kilómetros del Sol. O sea, donde Cristo perdió la zapatilla. El equivalente a ir y venir 3,2 millones de veces desde Donostia a Jerez de la Frontera. Puestos a pensar, se me ocurre que podemos fletar una nave especial e invitar a un viaje sin retorno a Jair Bolsonaro, Donald Trump, Vladimir Putin, José María Aznar, Viktor Orbán, Santiago Abascal, Recep Tayyip Erdogan, Matteo Salvini, Marine Le Pen, Rodrigo Duterte, Nicolás Maduro, Bachar Al Asad, Salmán bin Abdulaziz, Kim Jong-un, Xi Jinping, Hasán Rohaní, Mohamed VI, Robert Mugabe y dictadores varios. En otra nave metemos a los hombres que maltratan y humillan a las mujeres, a los que abusan de niños y jóvenes (religiosos incluidos), a los banqueros sin escrúpulos que desahucian a familias, a terroristas de todas las calañas, a los lobos solitarios y a los que se enriquecen a costa del hambre de millones de personas. Para que el viaje en ambas aeronaves sea más ameno, les ponemos la película High life, en la que sus protagonistas, un grupo de convictos, embarcan en una nave que nunca más volverá a pisar la Tierra.
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